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Contadora cumple un año postrada desde su tragedia

AYUDA. Profesional de 39 años quedó parapléjica tras ser víctima de un choque múltiple ocasionado por un bus en la avenida Salvador Allende.
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Daniza Urrutia Sepúlveda

Un año ha transcurrido desde el accidente en avenida Salvador Allende que dejó parapléjica a Andrea Fernández Olivares (39). La tarde del 28 de octubre de 2014, la vida de esta contadora y madre de tres hijos cambió para siempre: desde entonces depende de una silla de ruedas para todas sus actividades.

Tras la tragedia, la fuerza para continuar a pesar de las adversidades son sus hijos, Valentina, Martina e Ignacio.

Andrea dice que no recuerda mucho del accidente, estaba en su camioneta esperando la luz verde del semáforo cerca de avenida Carlos Oviedo Cavada.

"No sé por qué razón miré por el espejo retrovisor y vi que venía el bus. Después no recuerdo qué pasó aunque la gente que me auxilió dice que yo estaba consciente, que ayudé a mi hija. Lo cierto es que íbamos con cinturón de seguridad y se activaron los airbags, de otra manera no nos hubiésemos salvado", aseguró.

Su hija Valentina, quien tenía 14 años, también resultó gravemente herida.

Lo doloroso de este proceso es que hasta ahora nadie ha sido responsabilizado del accidente, de hecho, Andrea está a la espera de una resolución judicial. El conductor que causó el accidente en la avenida Salvador Allende no se ha presentado a las dos audiencias a las que fue citado por el Ministerio Público.

El bus que tuvo una falla mecánica y que desencadenó el choque múltiple, transportaba tambores con combustible.

Tras lo ocurrido, Fernández ha tenido que soportar un lento proceso. Asumió gastos relacionados con su tratamiento médico y pese a que accede al plan de postrados, al menos en dos ocasiones estuvo internada, lo que le significó acumular millonarias deudas.

Con el apoyo de su madre, familiares y amigos realizó una peña folclórica para reunir recursos, también vende productos por internet, además de continuar como contadora.

Testigos del accidente le dijeron que la camioneta quedó incrustada en un taxibús 108 y que el chofer de la máquina gritaba que desconectaran la batería porque todo iba a explosionar. La gente no sabía dónde estaba la batería y al revisar se percataron de que había estanques de combustibles.

Esta esforzada antofagastina pide justicia y que la empresa propietaria del bus se haga responsable de lo sucedido.

"Sabemos que accidentes pueden pasar pero acá hay situaciones extrañas. La empresa Eccottur a la que pertenece el bus es totalmente irresponsable, a nosotros como familia nos hicieron un daño tremendo. Cómo es posible que un bus transportara esos estanques de combustible que en total eran ocho. Cada estanque lleno puede pesar 700 kilos y esto demuestra que el peso que llevaba el bus era mucho más de lo permitido", precisó Fernández.

28 de octubre de 2014, un bus sufrió una falla mecánica y generó el choque múltiple.