El Derecho de Autor con mirada nortina
La semana pasada la directiva de la Sociedad Chilena del Derecho de Autor arribó desde la capital a Antofagasta convocando a sus integrantes regionales a una reunión de camaradería para plantearnos sus recientes logros y próximos proyectos.
Esta organización ha sido señera en la defensa de los derechos autorales de los creadores musicales de Chile y entre sus logros más destacados se cuenta la reciente aprobación, con fuerza de ley, del 20% de música chilena que se debe incorporar a las parrillas de las radioemisoras nacionales.
Un aspecto interesante de la historia de la SCD, es que fue en gran medida fruto del esfuerzo del destacado compositor antofagastino José "Pepe" Goles, quien luchó toda su vida para que los compositores tuvieran representatividad. Recordemos que Goles Radnic fue el primer director de la SCD, fundador del afamado grupo "los Estudiantes Rítmicos" y compositor de la mundialmente conocida canción "El paso del pollo" o "El pobre pollo enamorado" como se reconoce popularmente.
En la oportunidad se dieron cita importantes creadores musicales regionales, como Pato Maturana, Fernando "Chepo" Sepúlveda, Sandra Ramírez, Jorge Hiche, Nelly Lemus -entre otros- junto a destacados representantes de agrupaciones musicales, como "Los Con Dones", "Los del Recoveco" y "Punahue".
Pero quizá lo más importante de aquella jornada fue el que concitó pleno acuerdo la propuesta de que Antofagasta debe recuperar su condición de preponderante polo creativo musical del Norte de Chile, recuperando la fuerza que en algún momento tuvo, tal como lo ha sabido ser en la zona sur del país la ciudad de Concepción.
Para lograrlo es necesaria la unión organizada de los creadores regionales sin esperar que otros hagan el trabajo por nosotros.
Las aspiraciones de los compositores regionales son legítimas: por ejemplo el disponer de salas adecuadamente habilitadas para presentaciones, ensayos, estudio y desarrollo de las diversas disciplinas musicales.
Sin embargo toda iniciativa responsable de emprendimiento cultural debe nacer primero de la férrea unión de los cultores de cada actividad artística particular, tras el superior objetivo del bien común.
Por ello, al cerrar la reunión, quedó en quienes asistimos, la convicción de que existe el espacio y condiciones para el surgimiento de una relevante organización local que vele por los intereses de los creadores musicales antofagastinos. Esperamos ver el fruto de este sentir a corto plazo.
Mario Vernal
Director de Punahue