Secciones

El botón de nácar

E-mail Compartir

Documental de Patricio Guzmán que sigue la misma senda de "La nostalgia de la luz" en cuanto a hacer una analogía entre la actualidad y las personas desaparecidas en dictadura. Esta vez, el paralelo que hace el realizador chileno radicado en Francia es con el mar, el cual contiene el secreto de un botón misterioso encontrado en su lecho así como el de los primeros navegantes ingleses y también de los presos políticos en la parte de la Patagonia.


La cumbre escarlata

Como consecuencia de una tragedia familiar, una escritora es incapaz de elegir entre el amor de su amigo de la infancia y la tentación que representa un misterioso desconocido. En un intento por escapar de los fantasmas del pasado, se encuentra de pronto en una casa que respira, sangra y recuerda. La cinta, definida como un thriller sobrenatural, está dirigida por el mexicano Guillermo del Toro, y protagonizada por Edith Cushing y Tom Hiddleston.


Puente de espías

Dirigida por Steven Spielberg, este thriller dramático se centra en la historia de James Donovan (Tom Hanks), un abogado en reclamaciones de seguros de Brooklyn que vive en pleno periodo de la Guerra Fría. En ese contexto, la CIA lo envía a realizar una tarea que -a simple vista- parece imposible: negociar la liberación de un piloto estadounidense de la U-2 (Austin Stowell) que se encuentra capturado en la Unión Soviética.


Operación ultra

Mike (Jesse Eisenberg) es un joven que no tiene ninguna motivación, que tiene un empleo simple y vive con su novia Phoebe (Kristen Stewart) en una pequeña y aburrida ciudad. Una noche, la vida del hombre toma un giro inesperado cuando su pasado vuelve a perseguirlo y se convierte en el blanco de una operación gubernamental que pretende acabar con él. La cinta en EE.UU. ha obtenido más bien críticas tibias, debido a que no convence.


Everest

Inspirada en los acontecimientos que tuvieron lugar durante un intento por alcanzar la cima más alta del mundo, la película narra el recorrido de dos expediciones que se enfrentan a una de las peores tormentas de nieve que el hombre ha conocido jamás. El temple de los alpinistas es puesto a prueba cuando deben luchar contra la furia desatada de los elementos y superar obstáculos imposibles en un desesperado esfuerzo por sobrevivir. Con Jake Gyllenhaal.

Cine

En la cuerda floja

E-mail Compartir

Este nuevo filme del director Robert Zemeckis, da cuenta de la muy asombrosa hazaña realizada por el francés Philippe Petit, un equilibrista y malabarista francés que se obsesiona por cruzar las torres gemelas por la parte más elevada de esas dos gigantescas moles que hoy no existen.

A partir de esa premisa -acotada y sin mayores derivados- el realizador de "Forrest Gump" consigue una película que con todos sus yerros y alcances, fascina en dos aspectos: la sensación de vértigo que provoca y la belleza de su fotografía, especialmente en la secuencia clave que es el cruce de este equilibrista caminando sobre un cable de acero.

No puede negarse que el filme parte de manera estereotipada, mostrando un París absolutamente típico, según las convenciones del cine estadounidense. No obstante, de manera imprevista, el segundo segmento ambientado en Nueva York adquiere una sensación de nerviosismo que va en aumento, llegando a cortar el aliento en la ya famosa experiencia vivida por Petit.

De este modo, toda la película, no es otra cosa que preparar al espectador para que empatice completamente con Petit (Joseph Gordon-Levitt), logrando que la última media hora esté entre los mejores instantes de los realizados por Zemeckis, un director nacido bajo el alero de Steven Spielberg y que ha sabido desarrollar una carrera que oscila entre títulos comerciales con otros que son más personales. Lo que no se puede objetar es que su cine, en general, posee una factura técnica impecable y sus historias suelen ser muy entretenidas.

De este modo, la notable hazaña de Petit, realizada en el amanecer de agosto de 1974, adquiere espectacularidad por el magnífico empleo del 3D, por fin justificado en su capacidad para crear esa sensación de vacío, ese dolor de estómago o ese vértigo que genera el cruce de una torre a la otra, con el protagonista pisando un cable de acero, mientras el vacío a su alrededor llega a palparse.

No cabe duda que "En la cuerda floja" es una película espectáculo, que se solaza en un acontecimiento obsesivo y hedonista, donde el personaje alcanza sus quince minutos de gloria, dejando la sensación de que su hazaña, a pesar de la popularidad que tuvo y del impacto mediático alcanzado, no fue sino un acto extremo y en cierta medida inútil.

Con un profundo conocimiento de los mecanismos del cine comercial y espectacular, Zemeckis dota a su protagonista de una simpatía absoluta, sobre todo porque es un tipo capaz de sobreponerse a las adversidades y salir adelante con sus sueños tan obsesivos como querer cruzar de una torre gemela a la otra usando para ello un cable de acero.

Puede objetarse que el director no entregue mayores elementos biográficos de Petit, de su entorno y de sus motivaciones, para poder comprender mejor los alcances de su obsesión. Apenas conocemos de una pincelada quiénes fueron sus compañeros en algunos pasajes de su vida, su relación breve con Annie (Charlotte Le Bon) y su cariño hacia Papa Rudy (un desaprovechado Ben Kingsley), su mentor y también gran equilibrista en un circo.

No podemos dejar de mencionar que si se compara este filme con el muy premiado documental 'Man on Wired', también basado directamente en la hazaña de Petit, esta película de Zemeckis pierde y mucho.

Porque lo que le interesa a Robert Zemeckis es utilizar hasta las últimas consecuencias los travelings que escalan las torres, jugar con movimientos de picados y contrapicados increíbles y extasiarse con el cuerpo de Petit que oscila en medio de la nada, allá en una ciudad de Manhattan setentera.

La manera como filma las torres gemelas en el World Trade Center es impresionante, sobre todo porque su sola presencia genera sentimientos encontrados en los espectadores (sobre todo estadounidenses), al ver esa enormes moles de acero que terminaron sucumbiendo en el fatídico 11 de septiembre.

Según cuentan, fue decisión del propio Petit y del director Zemeckis reconstruir con absoluta perfección las Torres Gemelas, a las que transforma en un icono permanente, para que permanezca en la retina de los espectadores, rindiendo un homenaje directo a esos edificios que fueron el sueño de un equilibrista en una sociedad que estaba en profundas transformaciones sociales. Buena como ejercicio visual y espectacularidad.

Periodista, Magíster en Edu. Escritor, Académico U. A.

Víctor Bórquez N.