Los obstáculos del proceso para crear una nueva Constitución
POLÍTICA. Mientras juristas y legisladores destacan su legitimidad y representatividad, desde la UDI cuestionan el momento en que comienza este nuevo debate.
Como un hito de tremenda relevancia para la historia de nuestro país fue calificado el proceso constituyente anunciado la noche del martes en cadena nacional por la Presidenta Michelle Bachelet.
Sin embargo, más allá de los contenidos que tendrá la nueva Constitución -los cuales formarán parte de un amplio levantamiento y debate-, ya parece haber unanimidad entre juristas y legisladores en torno a que el procedimiento propuesto por el Ejecutivo asegura la legitimidad de un nuevo Congreso y la participación ciudadana necesaria, pero también hay voces que critican la oportunidad del proceso.
De acuerdo a lo anunciado por Bachelet a fines de 2016, -es decir, durante su administración- se enviará un proyecto de reforma de la actual Constitución. Esto apunta a introducir una modificación al artículo 15 de la actual Carta Fundamental que permitirá entregarle facultades al próximo Congreso para definir la forma de discusión del proyecto de nueva Constitución.
El actual Congreso habilitará al que asumirá en 2018, para que decida entre cuatro opciones: Comisión Bicameral, Convención Constituyente, Asamblea Constituyente y Plebiscito.
Desprestigio
En este punto, el decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad de Antofagasta, Rubén Gajardo, hizo especial énfasis.
"Una de las dificultades que enfrenta este proceso es el desprestigio del actual Congreso por los temas que todos conocemos. Sin embargo, eso se zanja debido a que gran parte del proceso será discutido por el nuevo Parlamento elegido democráticamente bajo nuevas reglas", dijo Gajardo.
Según el profesional -quien fuera diputado por Antofagasta- este es un buen mecanismo que "por una parte no transgrede la institucionalidad y por otra entrega opciones para crear este nuevo texto, las cuales deberán definirse mediante la discusión en el nuevo Congreso, sin excluir la posibilidad de una Asamblea Constituyente", dijo.
En la misma línea, la diputada Paulina Núñez aseguró que "nos parece bien que empecemos a discutir una nueva Constitución y tenemos propuestas concretas desde Renovación Nacional -como avanzar en un semipresidencialismo-, pero en definitiva la Presidenta sólo presentará el proyecto, dejando entregada la decisión al próximo Congreso", dijo.
Plebiscito
Respecto de la representatividad del proceso, Núñez sostuvo que la propuesta asegura la participación de todos los sectores de la vida nacional y que su opinión es que "debe discutirse primero en el Congreso para luego llevarla a un plebiscito".
Quien también valoró el anuncio presidencial fue el senador Pedro Araya. "Esto le da certidumbre al país, que hoy sabe cuál es el cronograma constitucional", dijo el legislador.
Araya aprovechó para invitar a los representantes de los partidos de Oposición a participar del proceso. "No tengan temor a discutir los temas del futuro, discutamos una Constitución para el siglo XXI y no sigamos anclados en una del pasado", finalizó Araya.
En relación al impacto que este texto puede tener en la sociedad chilena, la secretaria académica de la Escuela de Derecho de la Universidad Católica del Norte (UCN), Viviana Ponce de León, comentó que "una reforma que propenda a un fortalecimiento real la democracia, así como a un verdadero goce de los derechos y libertades de los individuos, ciertamente podría tener un impacto favorable en la convivencia nacional".
En el entendido que aún no hay consenso respecto de los contenidos que debiera considerar la nueva Constitución, Ponce de León comentó que junto promover una efectiva integración de las minorías en la vida nacional y asegurar su participación, "debería promover la descentralización y el control del poder".
Por último, dijo que se pretende que una nueva norma fundamental "ponga término a los denominados 'enclaves autoritarios' instaurados por la Constitución de 1980, como el control preventivo de las leyes del Tribunal Constitucional o los quórum contramayoritarios de reforma constitucional".
Críticas
Sin embargo, el proceso también fue motivo de críticas y éstas llegaron desde la Unión Demócrata Independiente y algunos gremios como la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (Abif).
Desde la UDI, su presidente, el senador Hernán Larraín, cuestionó la oportunidad del anuncio, frente a otras necesidades del país y lo calificó de insensato.
"Un camino insensato y poco realista, porque los problemas que tiene Chile, el malestar ciudadano, no se resuelve con una nueva Constitución, por el contrario, este proyecto lo que hace es agravar la situación que hoy existe y le agrega un factor de inestabilidad institucional que solamente va a generar más incertidumbre", dijo el senador.
Viviana, Ponce de León, Escuela, Derecho UCN
"Una reforma que propenda a un fortalecimiento real la democracia podría tener un impacto favorable en la convivencia".
Rubén, Gajardo, Fac. Ciencias Jurídicas UA
"Una de las dificultades que enfrenta este proceso es el desprestigio del actual Congreso por los temas que todos conocemos".
Paulina, Núñez, Diputada
"Nos parece bien que empecemos a discutir una nueva Constitución y tenemos propuestas concretas desde RN".
Pedro, Araya, Senador
"Este anuncio de la Presidenta le da certidumbre al país, que hoy sabe cuál es el cronograma constitucional".
3 años tomará -por lo menos- el proceso de creación de una nueva Constitución para Chile, que terminará con un plebiscito para aprobar o rechazarla.
10 textos constitucionales ha tenido Chile en su historia, desde el Reglamento para el Arreglo de la Autoridad Ejecutiva Provisoria de Chile de 1811, hasta la Constitución de 1980.
120 artículos y 29 disposiciones transitorias contiene la actual Constitución Política de Chile, que fue aprobada en el plebiscito realizado el 11 de septiembre de 1980.