Uso de las bolsas plásticas
Los plásticos que desechamos podrían ser perfectamente los insumos para plantas de reciclaje, varias de las cuales operan en el país. Por otro lado, es interesante lo que muchos municipios están haciendo en términos de prohibir el uso de estos elementos, en el entendido que provocan un severo daño a todo el medio ambiente natural.
El Ministerio del Medio Ambiente y el Instituto Nacional de Normalización (INN) estudian una nueva normativa que pretende subir el estándar de las bolsas plásticas que se utilizan principalmente en el comercio, fijar un tamaño mínimo, mejorar sus propiedades y su capacidad para reciclarse. Se estima que en mayo de 2016 Chile contará con esa nueva reglamentación, que fomentará el consumo responsable de las bolsas plásticas.
La autoridad también informó que se pretende que se entregue información transparente a la comunidad sobre cada tipo de estos envases y que se prohíba aquellas que no cumplan con ciertos estándares.
Actualmente en Chile usamos más de 7 millones de bolsas plásticas en forma diaria, y sólo un 23% de ellas se recicla. La bolsa tipo camiseta tiene la mitad de la huella de carbono que una de papel y la llamada reutilizable ecológica tiene casi 200 veces más huella de carbono que una bolsa camiseta de plástico. De ahí la importancia de evaluar los materiales desde una mirada estándar comparable.
Asimismo, la Asociación de Industriales del Plástico (Asipla) ha dado a conocer que coincide con la línea de trabajo de estandarización en el mercado que persigue el gobierno, y no su total prohibición. El gremio está colaborando con la autoridad para que exista en el mercado una bolsa plástica de estándares internacionales que tenga un tamaño adecuado, mejor espesor y un logo que la identifique como apta para reciclar y que contenga materiales reciclables en su composición.
La tendencia mundial es a incrementar la calidad, aumentar sus estándares y fomentar su reciclaje, lo que exige un cambio cultural, como ha ocurrido en países desarrollados que nos llevan al menos 20 años de ventaja en el tema. Según una encuesta Adimark de 2014, el 77% de los chilenos no sabe que éstas son reciclables. De hecho, Chile posee las tres plantas de reciclaje más grandes y modernas de Sudamérica. Por lo tanto, los plásticos que desechamos podrían ser perfectamente los insumos para esas plantas, convirtiéndose nuevamente en materias primas y de esta forma resolver la mala disposición que hoy se da a la mayoría.