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Avanza proyecto para reubicar a 210 familias de campamentos

PLAN. Gobierno ya eligió terrenos y conversa con empresas de servicios.
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Según datos de Onemi, unos 15 campamentos de la ciudad están ubicados en zonas de riesgo aluvial o áreas de peligro por presencia de matrices de agua potable o torres de electricidad.

Algunos de estos asentamientos, precisamente los de mayor riesgo, serán trasladados a los barrios transitorios que el Gobierno Regional planea habilitar con apoyo de entidades públicas y privadas.

La medida está incluida en el Plan de Superación de Campamentos que el gobierno promueve, y que además considera una histórica inversión conjunta para construir nuevas viviendas sociales.

Terrenos

El intendente Valentín Volta explicó que tres terrenos fueron seleccionados para la instalación de los barrios transitorios, uno en el sector centro norte y dos en el norte.

Los predios, todos pertenecientes al fisco, tienen capacidad para albergar 210 familias, aproximadamente.

"Los paños están seleccionados y estamos trabajando en definir la manera en que los vamos a habilitar. En ese sentido estamos hablando con Elecda y Aguas Antofagasta porque por cierto queremos que estos barrios tengan condiciones básicas de seguridad y servicios", apuntó el intendente Valentín Volta.

Los barrios transitorios comenzarán a construirse a fines de este año y la idea es que en ellos vivan, temporalmente, familias que enfrenten riesgos en sus actuales ubicaciones.

Volta explicó que se trabaja además en la búsqueda de recursos privados para concretar el proyecto, que debiera estar terminado y con las familias trasladadas antes del próximo invierno.

Vecinos relatan los problemas y riesgos de vivir a los pies del cerro

CIUDAD. Sector centro alto es uno de los más populosos y olvidados de la ciudad. Allí escasea la inversión pública y se echa de menos la presencia policial para prevenir los delitos.
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Bryan Saavedra López

Falta e áreas verdes, inseguridad, insalubridad y riesgos naturales son problemas que preocupan a las familias que habitan la parte alta de la ciudad. Allí, los vecinos reclaman por lo que consideran falta de atención de las autoridades.

A mediodía en la población Raúl Silva Henríquez, sector La Chimba Alto, Ana María Barraza espera micro en la esquina de Wladimir Saavedra con Los Chungungos. Junto a ella está otra mujer y varios niños.

Ambas concuerdan que el barrio tiene buenos vecinos y eso ayuda a la seguridad. Pero cuando miran a los pequeños, sus rostros se incomodan.

"Acá no hay muchos espacios para que los niños se diviertan. Hay una sola placita y faltan áreas verdes. En realidad no hay mucho con qué divertirse", dice Ana María.

La percepción de la vecina toma cuerpo a sólo unos metros. Un sitio eriazo con montones de basura y escombros acumulados, denota que su reclamo se justifica.

En la misma población, Pía Mercado, de 20 años, juega con su hija afuera de su casa, donde menores de edad entraron a robar cuatro veces.

"Cuando llamas a Carabineros te piden el cuadrante. Una vez mi papá retuvo a un delincuente robando en el patio y tuvimos que ir a buscar a Carabineros para que se lo lleven", revela Mercado.

Basura

El disgusto con la basura y la falta de espacios para recreación también se siente en la población 18 de Septiembre.

En Carrizal Bajo con Fresia hay una casa abandonada llena de escombros e insalubridad.

Este panorama insano se replica en la parte alta, donde los vecinos acusan que no llega el camión de basura.

Una de pobladora, Claudia Cortés, ejemplifica una de sus necesidades: "En este pasaje hay como 30 niños y no tienen dónde ir. Aparte que no existe una Junta de Vecinos y no vemos proyectos para nosotros".

Otro vecino confirma que faltan áreas verdes para los infantes, y señala a un grupo de menores junto a unas mujeres.

Seguridad

Las últimas estadísticas de la Prefectura de Carabineros señalan que los delitos violentos disminuyeron un 11% y los contra la propiedad un 7% entre enero y septiembre, comparado con el mismo periodo del año pasado. Pero eso para las personas sólo son números.

En la población 18 de Septiembre hay un grupo de jóvenes en una esquina.

Marco, uno de ellos, al preguntarle si se cobra peaje (dinero por transitar), responde: "¿Acaso te estamos cobrando pa' que estí acá? Aquí ya no cobramos, pero podríamos empezar a cobrar". Y sonríe.

En la feria de Villa Las Condes, los comerciantes relatan que cada vez hay menos robos. Sin embargo, creen que el peligro que existía en el sector aumentó con la llegada de extranjeros desde las tomas ubicadas en lo alto de Villa Las Américas

"Lo peor viene de las tomas con el ruido, las riñas, los escándalos. Ellos son de otra naturaleza", cuenta la comerciante, María Ester.

Riesgos

El vecino de Villa Las Condes, Julio Ramírez, relata que la inseguridad "se siente".

"En la esquina, hace tres semanas, mataron al papá y al hijo en una vulcanización. Uno llama carabineros y dicen que andan en procedimiento y no llegan", reclama.

Genaro López, de 66 años, vecino hace 30 años del sector alto de la población José Miguel Carrera, en la esquina de Juan Bravo con Santa Lucía, cuenta que los traficantes se toman las esquinas.

"Allá a la vuelta está la mafia. Lo bueno es que ya no hay asaltos como antes, porque entre los vecinos nos cuidamos", asegura.

La insalubridad también se respira en el sector borde cerro la población René Schneider, pues el camión pasa 3 veces por semana, pero sólo por la avenida Circunvalación.

Arriba, en calle Martin Luther King, montículos de basura se acumulan y expelen malísimos olores. Alrededor de ellos hay cinco jóvenes. Son las 10:30 horas. Todos visten ropa deportiva y tatuajes.

La mayoría parece sumido en un trance interno evidenciado en una extraña mirada.

¿Cómo está la seguridad en la población? "Pase un día solo. Acá hay respeto por el otro. ¿Ve gente consumiendo en el día? ¡No!, porque acá sabemos que hay niños y cuidamos el lugar. Hay ética acá", explica Juan, un vecino de la población del sector centro sur.

Riesgos y seguridad en campamentos

Luis Carrera, vicepresidente de la agrupación Américas Unidas, respecto a la seguridad de los 24 campamentos de la asociación, relata que "está todo fiscalizado con dirigentes, la Intendencia, Carabineros y la PDI. Eso lo tenemos bien abordado". En cuanto a riesgos naturales que pasan por vivir al borde del cerro -como aluviones, terremotos e incendios por contar con pocos gritos-, el dirigente explica que ese tema está en conversaciones con las autoridades a través del plan de barrios transitorios del Gobierno Regional. El dirigente estima que este plan permitirá trasladar a las familias que habitan los campamentos ubicados en zonas aluviales y cercanos a estaciones de electricidad.

"La disminución del FNDR es grave, incluso la calificaría como discriminatoria"

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Fernando Cortez, gerente general de la Asociación de Industriales de Antofagasta (AIA), fue crítico con la disminución del presupuesto FNDR anunciado para la Región de Antofagasta en 2016.

El ejecutivo dijo que deben darse las explicaciones necesarias y que los líderes económicos y sociales deben abordar el tema con seriedad.

También destaca que el recorte afecta a uno de los pocos fondos que tienen un componente importante de decisión regional, lo que hace más perjucial el fenómeno.

Para el directivo, detrás de los números incluso podría haber un componente de discriminación, pues mientras doce regiones aumentan, sólo tres caen, incluida Antofagasta.

¿Cómo aprecia lo ocurrido con el presupuesto en Antofagasta?

-Me parece una situación delicada, la calificaría de discriminatoria. Todas las regiones aumentan su FNDR excepto tres, donde está incluida Antofagasta. Debemos conocer los argumentos que se tuvieron, considerando que la región tiene argumentos de sobra para un aumento en su presupuesto, como el difícil momento de la industria y el impacto laboral; también somos testigos del fenómeno de inmigración y eso reclama recursos. Por último está el tema de las catástrofes naturales, en Taltal, Tocopilla, por nombrar los más graves. La región tiene que levantar la voz para pedir una explicación y exigir un aumento en el presupuesto. Tenemos que sumar fuerzas.

Llama la atención que no haya argumentos claros que expliquen esta situación.

-Me parece difícil de aceptar que se produzca una situación de este tipo. Es cierto, que no tenemos todos los antecedentes de toda la inversión pública, pero el FNDR es de decisión regional y Antofagasta merece que se incremente, no que se disminuya.

Core se reúne para analizar las cifras

Según detalla la Ley de Presupuestos 2016, enviada el miércoles al Congreso, Antofagasta iniciará la próxima temporada con un FNDR de $70.286 millones, lo que representa $2.559 millones menos que lo entregado este año (baja de -3,51%). En sólo tres regiones del país se producen estos descensos. En el caso local, es la primera vez desde 2005 que el presupuesto FNDR no aumenta. El tema despertó entre los parlamentarios, que han anunciado su voto contrario al proyecto. Los consejeros regionales, en tanto, tratarán el tema esta semana.

Fernando Cortez, gerente general AIA: