Gobierno y la alcaldesa se enfrentan por solicitud de desalojo en 26 campamentos
VIVIENDA. Uno de los asentamientos es el "Luz Divina", donde vive el sacerdote Felipe Berríos.
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Fuego cruzado entre el municipio de Antofagasta y la Intendencia Regional produjo un oficio firmado por la alcaldesa Karen Rojo en que se solicita el desalojo de 26 campamentos.
Entre los asentamientos incluidos en esta lista, están algunos que llevan varios años de existencia, como por ejemplo el "Niños Felices" del sector El Salto; el "Juanita Cruchaga" (sobre población Pedro Aguirre Cerda); y el Luz Divina (en La Chimba), donde vive actualmente el sacerdote Felipe Berríos.
Trabajo
La gobernadora de Antofagasta, Fabiola Rivero, criticó duramente la solicitud de la edil, tildándola de "poco rigurosa".
La abogada manifestó que de los 35 campamentos que existen actualmente en Antofagasta, 30 están trabajando con el gobierno, por lo que fue "sorprendente" que el municipio pidiera en este oficio "que todas las autoridades competentes tomen las medidas necesarias para proceder a la ejecución de los desalojos".
Según Rivero, se denuncian como 'tomas' espacios que para el gobierno son 'campamentos' y que están incluidos en un plan regional.
Para el gobierno, la diferencia entre una toma y un campamento es que el último lo conforman familias ya asentadas.
"Es particularmente interesante lo que pasa con el Luz Divina -agregó la gobernadora- pues está instalado en un espacio del arzobispado. Nosotros estamos trabajando con ese campamento y también con el Juanita Cruchaga, y otros nombrados en el oficio".
Rivero también cuestionó la actuación del municipio ante la problemática de las tomas en Antofagasta. "En algunos desalojos solicitados, en último minuto la municipalidad no ha llegado con su carro... la municipalidad está convocada a la mesa de trabajo y tampoco ha asistido", dijo.
A su vez, la autoridad sostuvo que el gobierno no está tolerando nuevas tomas en Antofagasta. "En el último mes hemos conseguido que se dejen sin efecto 5 intentos. El último fue el lunes y hubo una intervención de carabineros (para impedir la ocupación)", aseguró.
"Riesgo"
Por su parte, la alcaldesa Karen Rojo manifestó que al municipio han llegado una serie de denuncias "por los problemas de seguridad y afectación de la calidad de vida de los vecinos de los campamentos", entre ellos los cortes de luz por los cuelgues al sistema eléctrico.
"Tomé la decisión de enviar un registro completo al intendente del diagnóstico situacional de campamentos. Son más de 50. Hemos puesto énfasis en 26 sitios que están ubicados en zonas de riesgo", dijo.
Rojo respondió las críticas contraargumentando que el gobierno ha actuado con pasividad ante las nuevas tomas. "Hace tres semanas llamamos y oficiamos a la gobernadora por un loteo que se estaba produciendo en el cerro de la Cruz. Tres semanas después obviamente ya están más asentados. Esto se puede solucionar si se toman los atajos desde un comienzo. Han sido permisivos, tal vez por políticas a corto plazo".
También recalcó que no hay una política clara en cuanto a la crisis de vivienda en Antofagasta. "No puede la municipalidad solucionar el problema del Gobierno Regional. Hemos asistido a todas las reuniones en materia de campamentos. Hemos facilitado hombres y camiones cuando se ha requerido. No me pueden echar la culpa de algo que les corresponde a ellos solucionar (...) ¿Qué ha hecho la Intendencia con respecto a los campamentos?, ¿organizarlos?, no necesito que los organice, sino que se les dé una solución definitiva de sus viviendas", dijo Rojo.
¿Pero el desalojo no provocaría un problema social mayor?
K.R.: -Esto no es un problema que nace con mi oficio, sino que nace hace bastante tiempo. Cuando ellos asumieron sabían que había una necesidad urgente de solución (...) si me correspondiera a mí, viajaría permanentemente al Ministerio de Vivienda y Bienes Nacionales.
"Inaplicable"
En tanto, el padre Felipe Berríos expresó que pedirá una reunión con la alcaldesa "y lo más probable es que lleguemos a un arreglo. Desalojar los campamentos es una locura porque son seres humanos, familias que adónde van a ir; hay un error. Estamos en tiempos de elecciones y se hacen cosas a la rápida, hay que verlo por eso lado".
El jesuita precisó que "desde un punto de vista de justicia social, de respeto a la persona, desde un punto de vista práctico, ésta es una medida inaplicable".
El sacerdote concluyó con un llamado al diálogo con el fin de buscar una solución de bien para todos.
"Desalojar los campamentos es una locura porque son seres humanos, familias que adónde van a ir; hay un error"
Felipe Berríos, sacerdote jesuita