Secciones

El sorprendente universo literario de Ed Wood

Caja Negra acaba de publicar "La sangre se esparce rápidamente: Relatos Pulp", los inéditos cuentos y artículos del personaje injustamente reconocido como "el peor cineasta de la historia". Un cóctel de sexo, terror, vaqueras lesbianas, soldados perdidos y alcohólicos trágicos.
E-mail Compartir

Ed Wood lleva décadas cargando la lápida de "el peor cineasta de la historia". Cuando aún vivía era más bien invisible, apenas otro perdedor tratando de ganarse la vida como director en el cruel Hollywood, haciendo películas que casi nunca llegaban a estrenarse, junto a un elenco de fracasados liderados por un Bela Lugosi que no podía vivir sin morfina. Los últimos años de Wood fueron los más duros: alcoholizado y pobre, se volcó hacia la industria pornográfica, pero ahí tampoco tuvo éxito. Murió de un ataque cardíaco el 10 de diciembre de 1978, a los 54 años de edad, con una mueca de horror dibujada en el rostro.

Tim Burton lo revivió en 1994 con su famosa película biográfica y le dio la fama que nunca encontró en vida. Entonces descubrimos que Wood estaba lejos del rótulo que le adjudicaban: "Glen or Glenda" (1953) sigue asombrando como un falso documental de divulgación sobre el cambio de sexo y la secreta tendencia de ciertos hombres (Wood incluido) a usar ropa de mujer. Y "Plan 9 del espacio exterior", con sus errores de continuidad y su cruza de ciencia ficción con terror gótico, tiene más riesgo y vitalidad que la mayoría de las películas que se estrenan en nuestra cartelera.

Ahora, gracias a la editorial argentina Caja Negra, podemos conocer al Ed Wood escritor. El recientemente lanzado "La sangre se esparce rápidamente: Relatos Pulp", reúne textos que escribió a fines de los 60 para acompañar las imágenes de las revistas pornográficas que publicaba la empresa Pendulum Publishing. Son 26 relatos y artículos que en general hablan de sexo y fetichismo sin dejar de coquetear con el policial, el western, el terror y las secuelas de la guerra (según el mito, durante la Segunda Guerra Mundial Ed Wood saltó en paracaídas usando ropa interior femenina bajo su uniforme).

El cuento "Pista libre", centrado en un aviador atormentado por el whisky y los recuerdos de una mujer, está a la altura de lo mejor de la literatura estadounidense de posguerra, mientras que "Calamity Jane ama a Hosenose Kate ama a Cattle Anne" es una desfachatada historia de vaqueras lesbianas. El melancólico "Epitafio para el borracho del pueblo", por su parte, sigue la muerte de un conocido alcohólico y la reacción de su comodidad. Hay de todo en el sorprendente universo literario de Wood.

"Era el escritor más prolífico que conocí. Y el más rápido. Podía escribir borracho mejor que muchos escritores sobrios", dijo alguna vez su editor Bernie Bloom, celebrando las virtudes literarias de un artista que murió sin conocer las bondades del reconocimiento.

Sobre Wood, su editor dijo: "Podía escribir borracho mejor que muchos escritores sobrios".


en resumen

Ed Wood dirigió fracasos como "Glen or Glenda", "Plan 9 del espacio exterior" y "La novia del monstruo". En 1994 Tim Burton lo elogió con la película homónima que logró que su nombre fuera masivamente conocido. Hoy existe hasta una iglesia en su honor.

Por Andrés Nazarala R.

El Papa exige una participación más activa de los laicos en la Iglesia

GIRA. En su visita a Filadelfia, el Pontífice destacó la "inmensa contribución" de las mujeres a la institución.
E-mail Compartir

Los laicos tienen en sus manos el futuro de la Iglesia, según dijo ayer el Papa Francisco, que destacó en ese contexto el papel de las mujeres, al llegar a Filadelfia, la última etapa de su viaje a EE.UU.

El Pontífice subrayó el rol que tienen los laicos precisamente en una archidiócesis que tiene un porcentaje del 37% de católicos, muy por encima de la media nacional en EE.UU., que es de poco más del 20%. Y destacó la "inmensa contribución que las mujeres, laicas y religiosas, han hecho y siguen haciendo a la vida de nuestras comunidades".

Jorge Mario Bergoglio dijo en la catedral de Filadelfia: "Sabemos que el futuro de la Iglesia, en una sociedad que cambia rápidamente, reclama ya desde ahora una participación de los laicos mucho más activa".

Y elogió la historia de esta ciudad, "que nos habla de generaciones y generaciones de católicos comprometidos que han salido a las periferias y construido comunidades para el culto, la educación, la caridad y el servicio a la sociedad en general".

Alabó el "gran legado" que significan los más de dos siglos durante los cuales sacerdotes, religiosos y laicos "han atendido a las necesidades espirituales de los pobres, los inmigrantes, los enfermos y los encarcelados.

E instó públicamente en su homilía de la misa celebrada en la Catedral de san Pedro y san Pablo a "enriquecer y transmitir" esa herencia.

El Pontífice dejó claro en sus palabras que "todo cristiano, hombre o mujer, en virtud del bautismo, ha recibido una misión" y puso el ejemplo de una mujer, la santa local Catalina Drexel, para poner énfasis en la misión que comparten hombres y mujeres cristianos.