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Investigación asegura que la falta de sueño influye en cómo el estrés afecta la salud de los niños

CIENCIA. Estudio sostiene que tener una buena noche amortigua el impacto del estrés.
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Un estudio realizado por la Universidad Concordia (Montreal, Canadá) asegura que la falta de sueño puede explicar cómo el estrés influye en la salud de los niños.

La investigación, encabezada por Jinshia Ly, sostiene que tener una buena noche de sueño amortigua el impacto del estrés en el nivel de cortisol, que es una hormona producida en la glándula suprarrenal que regula los sistemas cardiovasculares, metabólicos e inmunológicos del cuerpo.

Sin embargo, la acción de esta hormona es relativa. La exposición a corto plazo al cortisol prepara al cuerpo para las respuestas que impliquen "lucha" o "huida". Pero la exposición a largo plazo supone un riesgo para las personas ante problemas de saludo como enfermedades del corazón, aumento de peso y depresión.

Respecto a lo que significa tener una buena noche de sueño, Jinshia Ly explicó en un comunicado que "los investigadores del sueño distinguen la duración del mismo, o cuánto tiempo pasa uno durmiendo, la calidad del sueño, o lo bien que se duerme. Dormir toda la noche sin despertar, sintiéndose descansado en la mañana, y la ausencia de problemas del sueño como las pesadillas, apnea y ronquidos, son ejemplos de una mejor calidad del sueño".

Para efectos de la investigación, publicada en la revista Psychoneuroendocrinology, los autores reunieron a 220 niños de entre 8 y 18 años de edad. Los niveles de cortisol de los participantes se midieron a través de un examen de saliva.

Luego, los niños y sus padres respondieron a las preguntas sobre el estrés, los hábitos de sueño y las rutinas al momento de acostarse.

Los investigadores encontraron que una peor calidad del sueño, independiente de cuánto durmieron los niños, promovieron los efectos negativos del estrés en sus niveles de cortisol.

El estudio aconseja a los padres fomentar hábitos saludables en los niños. De esta manera es posible disminuir el impacto del estrés en la salud infantil, sobre todo en un arduo periodo escolar.

"Pero es aún más importante llegar a la cama temprano con horarios regulares de sueño y vigilia, evitar las siestas durante el día y reducir el uso de dispositivos electrónicos antes de acostarse", recomendó Ly.

220 niños participaron en el estudio realizado por investigadores de la Universidad Concordia, liderados por Jinshia Ly.

8 a 9 horas de sueño deben dormir los estudiantes en etapa escolar y sin siestas de por medio, según la investigación.

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