Para principiantes
La primera vez que tuve la oportunidad de leer un libro de la lúdica y entretenida colección argentina Para Principiantes fue hace casi veinte años, cuando trabajaba en una de las tantas librerías que me tocó atender. Las largas horas que pasa un librero en estos lugares colmados de tesoros se miden en páginas, títulos y autores y, cuál cuento de Borges, un libro te lleva a otro, como si se tratase de un universo rizomático desordenado pero sincrónico y colmado de sentido. Fue así como, estando a cargo de la sección esotérica llegué, entre otros temas, a la Antroposofía y a Rudolf Steiner.
El libro correspondiente a la colección me introdujo a una historia interesante y muy bien documentada, donde me enteré de su relación con la obra de Goethe y Nietzsche, su inicial vinculación a la Sociedad Teosófica y posterior separación para formar la Sociedad Antroposófica, la construcción e incendio del gran centro cultural llamado Goetheanum en Suiza, durante la Primera Guerra Mundial. Así fue como también llegué a enterarme de aspectos biográficos y de las obras de pensadores tan disímiles como Darwin, Freud, Jung, Schopenhauer, Bordieu, Foucault, entre muchos otros.
Gracias a estas novelas gráficas se pueden tomar atajos hacia distintas áreas del conocimiento, a personajes, autores y, por sobre todo, sirven como fomento a la lectura en jóvenes y material didáctico de apoyo a las clases en distintas materias: comunicación, semiótica, estética, historia del arte, economía, entre muchas otras. Particularmente gozosa ha sido mi lectura y trabajo con los libros que han publicado sobre distintos momentos históricos y movimientos: surrealismo, posmodernismo o contracultura.
En el último se nos permite dar un paseo desde el regreso de los excombatientes tras la Segunda Guerra, el baby boom de Estados Unidos, el nacimiento de los hípsters, el jazz, la segregación racial, la paranoia colectiva generada por el anticomunismo, los beatniks contra los valores materialistas de la sociedad occidental liderados por Ginsberg, Burroughs, Cassady, Kerouac o Corso. Se retrata muy bien la experimentación con todo tipo de sustancias, la prensa underground y los comics, los teddy boys y la bleatlemanía, los hippies, las comunidades rurales y la era de acuario, Vietnam, la imaginación al poder hasta los punks y la generación de contra símbolos en los años setenta y ochenta.
María Constanza Castro M.
Académica Escuela
de Periodismo UCN
Máster en Literatura.