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Expertos analizan aumento de la violencia en los últimos crímenes

DELITOS. Causas demográficas se cruzan con carencias sociales, según distintos entrevistados.
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La seguidilla de homicidios registrados en Antofagasta mantiene en alerta a las autoridades y a la ciudadanía. Y es que estos delitos no sólo han aumentado en número, sino que también en los niveles de violencia empleados.

Hace unas semanas un conocido peluquero fue brutalmente atacado con arma blanca al interior de su local en Población Lautaro, y previamente el cuerpo de un joven taxista apareció en el portamaletas de su vehículo, abandonado en el sector de playa El Trocadero.

A estos casos se sumó esta semana la muerte de un prevencionista de riesgo, quien fue golpeado varias veces con el brazo de una retroexcavadora, aparentemente, en un acto premeditado de su operador (ver nota relacionada).

El fenómeno se produce además en un contexto donde las denuncias por delitos en general van a la bajan, lo que hace más complejo el análisis.

Opiniones

Profesionales del área consultados por este Diario creen el fenómeno de la violencia tiene raíces sociales y demográficas claras, y aunque aseguran que es de cuidado, creen está a tiempo de ser controlado.

El coronel (r) y exprefecto de Carabineros, Rodrigo Alegría, dijo que este tipo de fenómenos son propios de ciudades que están creciendo.

"No podemos pensar que Antofagasta es la misma ciudad que hace 20 años. Aquí existe estabilidad económica, estabilidad social, por eso mucha gente extranjera ha llegado en busca de oportunidades, generando un cambio en las condiciones sociales. Lamentablemente la ciudad también ha evolucionado de forma negativa en la parte delictual. Pero no olvidemos que la delincuencia es propia de la sociedad que tenemos", comentó.

Alegría dijo que en este contexto la sociedad debe proveerse de información oportuna para determinar cuáles son los focos de inseguridad.

"Hay que denunciar y decirle a las policías dónde se están dando los mayores índices delictuales. Antofagasta no está disparada en los hechos violentos, pero nos llaman la atención porque no estábamos acostumbrados a tener estos números", explicó.

Perito

Una opinión parecida tiene la perito criminalista, Pamela Herrera, quien asegura que Antofagasta todavía está en niveles bajos en cuanto a la violencia en los delitos.

"Es una ciudad tranquila en comparación con otras. No podemos sacar conclusiones sumando un caso con otro, porque todos son diferentes. Específicamente en el caso del taxista, podemos decir que fue muy violento, pero así y todo es un hecho aislado", subrayó.

La defensora regional, Loreto Flores, explicó que si bien este año se produjo un alza en los homicidios, sigue siendo un delito de baja ocurrencia, al estar en niveles que no sobrepasa de un 1% de todas las denuncias ingresadas.

"Hay situaciones ligadas a problemas económicos. Naturalmente en los periodos de crisis se generan más inconvenientes. La forma de vivir también hace que aumenten este tipo de incidentes", dijo.

Distintos

Para la abogada, cada homicidio ha sido diferente.

"Es difícil poner a todos en la misma categoría. Algunos tienen relación con delincuencia pura y dura, y otros se generan de la nada y los cometen personas que no tienen prontuarios delictuales. Se trata entonces de situaciones que emergen y que lamentablemente se producen", indicó.

Desde su perspectiva, es necesario reforzar todo lo relacionado con las terapias y el manejo del estrés laboral, porque muchas veces eso hace que las personas reaccionen de forma violenta, lo que puede derivar en un homicidio.

"Una situación distinta ocurrió con el taxista, donde detrás hay una acción delictual que es necesario investigar", manifestó.

El sociólogo de la Universidad de Antofagasta, César Trabucco, explicó que en Chile se está produciendo un incremento de la "tensión social", a lo que se suma otro dato preocupante, como es la "legitimación de la solución violenta".

"Este es un fenómeno que se da, por ejemplo, cuando se produce una dificultad grave, como hacinamiento de personas e inestabilidades económica. Ahí la posibilidad de que ocurran estos hechos aumenta", subrayó.

Trabucco precisó que la violencia representa el fracaso, no de un Gobierno, sino de las políticas de Estado.

"Esto es responsabilidad de un Estado que no se ha hecho cargo de los problemas en la región, como generar espacios para mejorar la habitabilidad de las ciudades".