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Ejercitarse en grupo mejora el rendimiento y fomenta la cooperación

Salud

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Un estudio de la Universidad de Oxford encontró que hacer ejercicio con amigos tiene beneficios tanto en el rendimiento físico como en el comportamiento social, al fomentar la cooperación.

Los investigadores desarrollaron esta investigación porque si bien las bondades del deporte son bastante conocidas, habían observado que las personas que realizan actividad física en grupo también experimentan importantes beneficios sociales, sea cual sea la disciplina: desde bailar en un conjunto folclórico hasta correr una maratón.

Antropólogos también han especulado desde hace algún tiempo sobre la importancia del movimiento y el ejercicio grupal para la cohesión social.

"Ahora estamos empezando a identificar los mecanismos sicológicos responsables de estos importantes efectos sociales", sostuvo la autora principal, Emma Cohen, en el sitio web del plantel.

Los científicos realizaron dos experimentos. En el primero de ellos analizaron si el ejercicio grupal a intensidad moderada lleva a que los extraños estrechen más sus lazos que cuando se practica ejercicio a un ritmo más bajo. La prueba fue hecha en unas máquinas de remo, donde los participantes remaron en grupos de tres personas a una intensidad moderada o baja.

El estudio descubrió que, efectivamente, los participantes que remaron cooperaron más con el resto en un juego económico que se aplicó posteriormente, en comparación con aquellos que se ejercitaron a una menor intensidad.

Los investigadores sugieren que los responsables de estos resultados serían los efectos sicológicos que tiene practicar ejercicio moderado. Trabajos anteriores han mostrado que este nivel de movimiento aumenta la actividad de los sistemas de recompensa y de alivio del dolor del cuerpo. En específico, la actividad de las endorfinas y los endocanabinoides se han vinculados a sentimientos de placer, bienestar y autotrascendencia.

"Puede ser que experimentar máximos naturales inducidos por el ejercicio junto a otros, lleve a una suerte de 'máximo social' que facilita los lazos del grupo, la amistad y el comportamiento cooperativo", explicó el coautor Arran Davis.

El segundo experimento también estudió la relación entre el deporte en grupo y el vínculo social, pero esta vez en la dirección opuesta: los expertos se preguntaron si los lazos sociales influyen en el rendimiento físico. Los académicos indagaron esta eventual relación en un equipo de rugbistas perteneciente a la Universidad de Oxford.

Los deportistas participaron en una carrera de alto rendimiento después de realizar calentamiento junto a otro miembro del equipo, ya sea de manera sincronizada o no. El test determinó que los jugadores tuvieron un mucho mejor desempeño en la carrera después de haber realizado calentamiento de manera sincronizada con un compañero.

En definitiva, los autores del estudio proponen un mecanismo que denominaron "placebo social" y que explicaría estos efectos. Los resultados de un placebo tradicional ocurren cuando los pacientes reciben un tratamiento médico que ellos creen contribuirá a una mejora en su condición.

Según los autores, al igual que el alivio del dolor como resultado de esos tratamientos con placebo, las señales que activan las creencias y expectativas sobre entornos sociales seguros y de apoyo también pueden cambiar la forma en que nuestro cerebro procesa el dolor y la fatiga.

Los responsables de la investigación concluyeron que los hallazgos de ambos experimentos entregan evidencia sobre una relación recíproca entre el ejercicio y los vínculos sociales, pues el ejercicio grupal genera grupos más unidos y, a la vez, la actividad física en grupos más cohesionados mejora el rendimiento físico. Estos resultados podrían a ayudar a explicar por qué, en todas las culturas, los seres humanos se unen para ejercitarse.

Científicos de la U. de Londres descubrieron que una caminata o corrida diaria de entre 20 y 25 minutos puede expandir la vida en hasta siete años. Según recogió The Mirror, el estudio examinó un grupo de personas de 69 años, no fumadoras y sanas, e individuos de entre 30 y 60 años que no solían hacer ejercicio regularmente. Tras realizar unos análisis de sangre que se tomaron durante seis meses de ejercicio, se identificó la generación de un proceso de antienvejecimiento que ayudó a la reparación del ADN antiguo.

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experimentos realizaron los investigadores de la Universidad de Oxford que analizaron los beneficios sociales del deporte.

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En una de las pruebas, los participantes remaron en grupos de 3 personas a una intensidad moderada o baja.