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Familia pagó 400 mil pesos por supuesto rescate de niña

llamado. Estafadores engañaron a la menor y a sus padres, quienes creyeron que estaba secuestrada.

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Una familia antofagastina sufrió el peor susto de su vida: un grupo de estafadores simuló el secuestro de su hija de 11 años, a los que terminaron entregándole 400 mil pesos.

El reposo de la menor P.M.A.A. (11), quien se encontraba sola y con licencia médica por una infección urinaria en su hogar de la población Bonilla, se vio interrumpido por un llamado cerca de las 12.10 horas. Era el estafador.

Aprovechándose de su confusión y haciéndose pasar por un carabinero, le explicó que su padre había tenido un accidente. Y que debía ir rápidamente al Hospital Regional, apagar su celular, no contactarse con familiares y -en caso de ver a alguno- esconderse.

La menor, convencida además, le entregó los datos de sus padres y números de celular. Apagó el suyo y se fue al Unimarc de la calle Ignacio Carrera Pinto con Huamachuco. Le dijeron que allí la pasarían a buscar junto a su madre, quien supuestamente iba con ellos al hospital.

En paralelo los timadores contactaron a sus padres, intimidándolos y pidiéndoles dinero a cambio de liberar a la niña, a quien presuntamente tenían secuestrada.

$2 millones

La historia ficticia tomó mayor credibilidad cuando ellos llegaron a la casa y no encontraron a la niña. Se alarmaron y no sabían qué hacer.

Miriam, su madre, quien prefirió no dar más datos de ella, contó que "a garabatos nos decían que teníamos que depositar la plata :"2 millones de pesos ahora", decían. "Que le iban a sacar los órganos, que no si depositábamos la iban a matar en el transcurso de la tarde, que teníamos un límite".

Frustrada y angustiada, junto al padre, lo único que deseaban eran entregar el dinero. "Mi esposo alcanzó a hacer un depósito de 400 mil pesos, pero con retención, así que no alcanzaron a sacar la plata", dijo la madre.

Luego del susto y más relajada, Miriam comentó que "la situación con los hijos es lo peor que a uno le puede pasar, queda la desconfianza hacia todo".

¿Qué recomienda a las demás familias? "La idea es conversar con los niños, que no pongan donde trabajan los papás ni direcciones en internet, porque estos tipos buscan donde sea. Yo creo que ya no hay información privada, por eso pasó esto", manifestó en la comisaría.

Búsqueda

Pese a la desesperación de no poder hablar con su hija, los padres dieron aviso a Carabineros, quienes mediante un trabajo en conjunto de la Sección de Investigación Policial (SIP) y el Plan Cuadrante de Seguridad Preventiva, encontraron a la menor en el supermercado.

El trabajo se logró mediante un protocolo de búsqueda, luego de rastrear en hospitales, plazas y otros lugares del sector norte.

El mayor de Carabineros de la Segunda Comisaría, David Estay, manifestó que el procedimiento duró cerca de 1 hora y media. Y permitió identificar a la banda de estafadores, quienes registran domicilio en Santiago.

Sobre estos delincuentes, señaló que "se dedican todo el día a hacerlo y no sé con cuánta frecuencia les resultará. Enganchan con alguien que tenga alguna debilidad desde el punto de vista de la información personal, y se aprovechan de eso para obligarla, timarla y que depositen".

También manifestó que la mejor defensa en estos casos es adoptar medidas de autocuidado. Evitar usar stikers que evidencien a la familia como del tipo 'bebé a bordo' o 'papá pelotero o parrillero'.

"Esta información es aprovechada y hoy tenemos a un delincuente más especializo en cibercrimen con acceso a redes e información personal. Hoy estudian nuestro perfil en las redes sociales", argumentó Estay.