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Gobierno de Brasil promete "intensificar el diálogo" con la ciudadanía tras masiva protesta

crisis. La Presidenta Dilma Rousseff se reunió con ministros y líderes oficialistas.
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La Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, sostuvo ayer una reunión con varios de sus ministros para analizar las manifestaciones realizadas este domingo, que convocaron a cerca de 900 mil personas en 205 ciudades de dicho país.

El Ejecutivo manifestó su intención de fomentar el diálogo con la ciudadanía dada la naturaleza de las manifestaciones, además de expresar su preocupación con la intolerancia de algunos de sus críticos.

"El Gobierno quiere intensificar el diálogo porque reconoce que pasamos por un momento de dificultades, que queremos superar con diálogo, pero mientras se respeten las instituciones y sin ese ambiente de intolerancia", afirmó el ministro de Comunicación Social, Edinho Silva, en una rueda de prensa posterior a la reunión.

En la reunión convocada por Rousseff participaron algunos miembros de su gabinete, voceros en el Congreso y líderes de los partidos oficialistas.

El secretario de Estado agregó que la Mandataria considera que las manifestaciones fueron importantes y normales dentro de la democracia, pese a que la convocatoria fue menor que en otras concentraciones.

"Es evidente que hubo una reducción. No lo digo yo, lo dice la prensa. Pero para nosotros no dejan de ser importantes. Reconocemos su importancia y que (sus reivindicaciones) tienen que ser consideradas", aseguró.

Las protestas fueron convocadas por grupos opositores ajenos a la política formal, pero la movilización no repitió las de las otras dos realizadas este año, que llegaron a congregar a hasta 2,5 millones de personas en 250 ciudades.