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Thanatos y Eros

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Para los griegos, Thanatos era la personificación de la muerte sin violencia. Su "toque era suave", parecido al de su hermano gemelo "Hipnos" (el sueño). ¿Por qué nos atemoriza tanto su cercanía, su presencia, su omnipotencia? He intentado muchas veces una reflexión al respecto y mis conclusiones siempre son las mismas: no existe en la mayoría de los seres humanos de este siglo, mundanos, citadinos, cosmopolitas, una cultura de la muerte.

Algunas civilizaciones ancestrales sí la tienen y ven "con otros ojos" la partida de este mundo. Para muchos -libre pensadores, agnósticos, escépticos, ateos- la muerte es el fin de la existencia humana. No hay reencarnación, cielo, paraíso, resurrección, nada… "Polvo eres y en polvo te convertirás". Eso en lo concerniente al cuerpo.

El alma -dicen- permanece en algún lugar. Yo creo, como muchos, que la peor muerte es el olvido. Por eso, cada día recuerdo a mi padre, muerto hace ya quince años. Cada día lo "veo" en la fotografía que he cuidado con esmero. Por eso, pienso ver cada día a La Gorda, mi hermana, que se murió sin avisarnos, hace algunos días. La veré en las conversaciones con mis hijos y nietos, contándoles que no hubo persona más consecuente con su forma de vida que ella.

La canción "A mi manera" de la que muchos profitan, La Gorda la hizo carne y esencia de vida. Tuvo quince perros, a los que alimentó y cuidó hasta el día en que el infarto le pasó la cuenta. Una cuenta enorme que sumaba muchos días de buena mesa, mejor vino, canciones y su amado Ike. Por muchas cosas, por tantas cosas (como decía el escritor argentino Eduardo Gudiño Kieffer), dejaré al Thanatos cuidando el Hades y yo caminaré de la mano de Eros, enseñándoles a mis amores que los homenajes se deben hacer en vida, que la vida está hecha de momentos y que estos son irrepetibles, que somos mortales y que, no debo dejar ir a Eros, porque Thanatos nos acecha, oportunista y certero.

Compañía de Teatro La Favorecedora rescata obra de Andrés Sabella

teatro. "Los Viajeros Opuestos" es una de las creación más significativa del poeta nortino jamás llevada a escena.

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Una creación nunca escenificada del poeta, escritor, periodista y dibujante nortino Andrés Sabella será representada por la Compañía Teatral La Favorecedora, que en esta oportunidad contará con la colaboración de dos importantes artistas escénicos nacionales.

La obra de teatro "Los Viajeros Opuestos" (1943) cobrará vida en la intimidad de la sala en la Corporación Gen con la puesta en escena del montaje más significativo de Andrés Sabella.

Esta nueva propuesta de la compañía antofagastina La Favorecedora viene a suceder el exitoso montaje de teatro paisaje "La Tierra Está Viva" que reunió a más de 20 artistas y cerca de 10 colaboradores nacionales y regionales en la creación de un espectáculo único en el país.

Mismo éxito es el que ahora la compañía busca replicar -aunque en un formato más íntimo pero no menos profundo, está vez de la mano de Manuel Miranda, director santiaguino (U. de Chile), y Mario Guzmán, actor iquiqueño radicado en Bélgica e integrante de Theatre&Publics, quienes ya se encuentran en Antofagasta trabajando en el montaje "Los Viajeros Opuestos" a estrenarse en septiembre en la Corporación Gen.

En esta entrevista el director de la obra y el actor principal profundizan en los detalles de esta nueva propuesta teatral con identidad nortina.

legado

¿Cómo logran rescatar esta valiosa obra de Andrés Sabella y cómo surge la idea de llevarlo a escena?

.La obra es un rescate de un escrito de Sabella que permaneció guardado hasta que llegó a manos de Arlette Ibarra (directora de la compañía La Favorecedora) hace algunos años atrás, y hay una idea desde la gente que recuerda el legado de Sabella, de llevar a escena este trabajo. Es una obra que data de 1940 y cuenta fundamental la historia de dos personas que se aman. Es una historia de amor con mucha carga poética, y también recoge toda la impronta de Sabella que a él le hace significación dentro de su poesía.

¿En qué tiempo se sitúa la obra? ¿pasado o presente?

Es una historia atemporal. Más que en el tiempo la obra se concentra en el estado y la vivencia. En la emoción que está viviendo esta pareja. Aún no hemos determinado tampoco el lugar geográfico, pero tengo la impresión de que es un lugar que podría ser todos los lugares y ninguno al mismo tiempo. Podría ser perfectamente en el desierto de Atacama o el desierto de la Antártica. Sobre la obra pienso que hay una especie de situación de vacío impuesto por el estado de interior de los personajes. Hay una soledad profunda, hay una decepción profunda y un desencuentro profundo.

Para ustedes en lo particular ¿qué significado tiene asumir un proyecto teatral con la firma de Andrés Sabella?

Para mí es un desafío creativo, absolutamente. Es instalarme en un mundo que no tiene referente directo. Podríamos decir que sin ser una obra convencional, por la carga poética y la visión de Sabella, creo que él igual toma elementos contemporáneos (la escribió a sus 28 años). Siento que Sabella en esta obra recoge influencias del comienzo del siglo XX, donde hubo una etapa histórica, cultural, artística y bélica a la vez, que lo tiene que haber nutrido mucho.

La última obra de la compañía "La Tierra está Viva" tuvo un rotundo éxito mientras estuvo en cartelera. Como director de esta nueva propuesta ¿es un reto extra?

-.No me quiero quedar en las diferencias o similitudes. En virtud del trabajo de la creadora de 'La Tierra está Viva' y de su equipo, nosotros también nos hemos entregado a generar un vínculo de esa naturaleza. Y de hecho, ya instalarse en la Corporación Gen nos exige algunas situaciones que tiene que ver un poco con el teatro paisaje.

Como director y actor invitado ¿qué opinión tienen sobre que las compañías de regiones estén levantando propuestas teatrales con identidad local?

Viniendo de afuera pienso que tiene que ver con algo que es tremendamente natural al ser humano que es el hecho de recuperar su propia identidad. Pienso que Arlette y La Favorecedora han estado insistiendo de manera artística respecto a ese tema. Estamos recién empezando a reatrapar un poco esta historia que ha sido enterrada de las ciudades del norte y con la realidad propia que ellos tienen. Por ejemplo la historia de "La Tierra está Viva" tiene que ver con lo que realmente está sucediendo hoy en día en la región. Prácticamente un análisis que pasa de lo micro a algo que pertenece al patrimonio de la humanidad. Creo que de todas formas hay que seguir apoyando este tipo de proyectos.

1943

data la fecha de creación de esta obra escrita por el poeta y periodista nortino Andrés sabella.