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Richard Alday Rossel

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El vallenarino Richard Alday Rossel publicó su primer libro bajo el título de "Trece cuentos para leer y contar" (2004). Su segundo texto fue "Entre dichos y refranes" (2009).

Alday nació, circunstancialmente, en el frío y húmedo invierno de La Serena, 1950. Fue una extrema necesidad de su madre Olga, dado que ella era la única matrona que existía en la provincia del Huasco y tuvo que viajar para el parto.

Desde joven, Alday estuvo ligado a la expresión artística, primero como compositor e intérprete de música de nuestro folclor. Luego sumó su afición por el teatro y en los cortometrajes "Tal vez algún día" y "Vivencias", del recordado Video Cine Experimental de Vallenar, que marcó un hito en la zona huasquina. Durante un periodo fue director y activo participante de la ya desaparecida revista Chehueque. Diversos talleres de narrativa, le permitieron crecer y perfeccionarse literariamente. Uno de sus relatos "Una cosa muy mala", fue incluido en el libro Cuentos del Huasco.

Su tercera obra narrativa fue "Historias verdaderas", mezcladas y tergiversadas. Ediciones Mediodía en punto, del inquieto poeta, narrador y editor marielenino Juan García Ro.

Estas historias que Alday asegura son verdaderas, se han mezclado o tergiversado, para llevarnos de la mano por mundos muy peculiares. Nombres y personajes que se recuerdan con cariño, gratitud y nostalgia se hacen creíbles, porque han sido descritos con la maestría que enseña el oficio, labor adquirida en el trabajo diario, metódico, disciplinado del verdadero escritor.

En estos once relatos aquí reunidos, se pueden recorrer a partir de su lectura, los caminos de nuestro Norte Profundo y hará que el lector se sienta conectado con los recuerdos y vivencias cotidianas, ya que ellos nos traen al presente, situaciones y hechos guardados en el baúl polvoriento de la memoria, renaciendo en estas páginas como una auténtica catarsis. El texto fue presentado durante mayo.

Richard Alday acaba de fallecer los últimos días de julio.

"Yerko Puchento es una catarsis, es el vocero del malestar de la gente"

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Durante 14 años el actor Daniel Alcaíno ha personificado uno de los personajes más irreverente y directo de la televisión chilena criticando de "capitán a paje" a través del humor.

Odiado por algunos y amado por otros, Yerko Puchento, se ha transformado, según el propio Alcaíno, en el sentir generalizado del pueblo. Una especie de catarsis para la sociedad, que ve en este singular personaje una válvula para la sociedad que viene a hablar por los sin voz.

¿Qué temas de la contingencia aborda en esta pasada "Yerko al Poder"?

-El espectáculo tiene mucha contingencia. Hablamos de todo lo que ha pasado el último tiempo, desde que la alegría venía pero nunca llegó. Hay un resumen de los casos Caval, Penta, SQM, el guatón con aro, Peñailillo, las boletas falsas, la Copa América y obviamente la farándula que es parte importante del discurso de Yerko. Es un show de cinco monólogos donde nos reímos de todos estos temas. Cada función es muy diferente.

¿Cada vez nos estamos poniendo más graves a la hora de reírnos?

-Aún nos cuesta. Todos sabemos que los canales por los que nos estamos informando pertenecen a siete familias que tiene el dinero de este país. Entonces cuando la gente menos sabe menos reclama. Ha costado mucho ir abriendo caminos, tocando temas, diciendo nombres. Hoy nosotros en Canal 13 hacemos un humor con nombre y apellido, pero sigue siendo muy difícil. Por eso a la hora de apuntar con el dedo a estas personas nos informamos mucho de lo que vamos a decir, que sea cierto, pero pasado por el prisma del humor. Yerko Puchento es una catarsis que viene a hablar por los sin voz. Es el vocero de este malestar.

¿A qué atribuyes el éxito de Yerko Puchento?

-Llevamos 14 años con el personaje. Al principio trucábamos fotos, después le preguntábamos a la gente 'Usted cree qué…'. De apoco fuimos abriendo nuevos temas, de diez chistes de farándula metíamos cuatro políticos. La gente ya toma con ternura, humor y cierta inocencia lo que pueda hacer la Luli o alguien de la farándula, porque son cosa que obviamente le atañen a ellos y no los puede ver como espectador de una teleserie. Pero con el tema político la gente se siente dañada en su bolsillo y en su confianza. En buen chileno sentimos que nos han metido el dedo de "jarita" en el ojo. Por eso la gente quiere que se diga más sobre los políticos. En la calle la gente me dice 'hágalos bolsa'.

¿Cuánto hay de Daniel Alcaíno en lo que dice Yerko Puchento?

-Es un personaje que es 50/50. Hay mucho mío y de Jorge López (guionista). Yo aporto mucho con la información, con datos, y Jorge con la visión crítica y ácida que tiene él. Jorge es un bufón y yo soy un clown, y de esa mezcla nace Yerko Puchento.

¿Cuál es el futuro de Yerko Puchento? ¿Volverá a desaparecer como hace algunos años?

-La respuesta del humor es la risa. Si no hay risa no funciona el personaje. Cada vez que uno sube al escenario es como si se tratase de un ring. Para un humorista es muy difícil levantarse después de haber tenido una mala función. Yo siento el apoyo del público y en televisión a través del rating. Yerko es tema obligatorio en todas partes. Es un personaje que se ha sabido ganar el cariño de la gente.

A propósito de personalidades controversiales, ¿tienes contemplado tocar el tema de Manuel Contreras?

-No. Hay temas que no son divertidos. Son temas que tienen que ver con dolor. Con cosas que aún no están saldadas. Con justicia que no ha funcionado. Creo que hablar de Manuel Contreras en un escenario, aparte de dividir, no genera una buena onda. El nombre de Manuel Contreras genera solo encono y rabia. Es difícil tratar un tema así con humor. Obviamente nos da vueltas en la cabeza pero no sabemos cómo incorporarlo en la rutina.

¿Calama sigue siendo un tema sensible para ti?

-Pasé por el aeropuerto de Calama pero la verdad es que aún no he recibido ninguna oferta. Yo creo que me van a entregar las llaves de la ciudad pero le van a cambiar la chapa (risas).