Al gobierno chino se le ha atribuido la autoría de numerosos ciberataques, en especial contra EE.UU. En este contexto, el robo de información de veinte millones de funcionarios desde la Oficina de Manejo de Personal del gobierno de EE.UU. en julio recién pasado, parece haber colmado la paciencia norteamericana.
El "Washington Post", en un artículo del 3 de agosto del presente año, hace alusión a las distintas medidas que podrían ser empleadas por EE.UU. a modo de reacción a este ciberataque. Señala que las opciones barajadas irían desde acciones diplomáticas simbólicas hasta medidas más complejas que podrían devenir en una escalada del ciberconflicto entre ambas partes; es perfectamente asumible que se trataría de ciberataques.
EE.UU. vio afectada su autoridad moral en el ciberespacio debido a los casos Wikileaks y Snowden. La recopilación de información personal en el ciberespacio llevada a cabo por el gobierno norteamericano, en desmedro de la privacidad y de la libertad de los individuos, quedó de manifiesto y la opinión pública no tardó en reaccionar.
En cambio, pese a que China es actualmente la fuente más frecuente de los ciberataques conocidos, no ha tenido filtraciones de esta magnitud, encontrándose en mejor situación que EE.UU.
La opinión común generalizada -doxa en el mundo griego clásico- parece favorecer a China, sin dar muestras de eventual cambio. Reconociendo esto, "The Diplomat" titula un artículo del 31 de julio del presente año: "Se necesita un Snowden chino".
De continuar imperando la doxa, resulta muy difícil imaginar represalias en forma de ciberataques por parte del gobierno norteamericano, ya que mermarían su ya dañada autoridad moral. Y, pese a la frecuente atribución de autoría de ciberataques al gobierno chino, su imagen seguiría siendo la de una víctima, mientras que la de EE.UU. sería la del victimario.
La doxa existente en este ámbito es una situación que favorece a los chinos, quienes al aprovechar esta imagen imperante, limitan el margen de acción de EE.UU. en el ciberespacio a aquellas alternativas que no aumenten su descrédito en esta dimensión.