Víctor Bórquez Núñez
Cuando conocimos a Víctor Bórquez Núñez y le escuchamos hablar de sus empeños literarios, comprendimos que en él había un escritor, porque no refería a vanos y vagos proyectos, sino a obras que iban ya camino a libros.
El tiempo viene confirmándolo: ha publicado su tercero, una novela "Primeros juegos", (Alfa), donde, corajudamente, entra a un tema de los que se suelen esquivar por las aristas que encierran y que desgarran. Está, al fondo de sus páginas, el viejo Corydon, de André Gide, y no quedan lejos de ellas las sutiles páginas de "Muerte en Venecia", de Thomas Mann.
Víctor Bórquez, en las letras chilenas, recuerda la conducta de Augusto D'Halmar, cuando se atrevió a contarnos los fuegos que maltrataron al Cura Deusto, cuya pasión y Muerte no son historias para olvidar.
Tampoco estos "Primeros juegos", tan llenos de melancólica poesía, tan conducidos con mesura de alma y lenguaje, sin rodar al charco ni arrastrarse en vulgaridades.
Sopla un aliento misterioso y mágico en este libro, que no es para leerse "cómodamente". Bórquez lo ha manejado con tacto, cruzando los rayos del surrealismo y usando efectos de color -las ropas blancas- y de sonidos alucinantes -el tam tam-, más la participación de personajes de "otra geografía", como el Negro.
El detalle más importante por el que Bórquez se afilia a Charles Baudelaire avasallado por los olores, es el del perfume amado que persigue a Daniel, marcado, como los demás, actores de este mundo que rigen el amor y lo desconocido, por una cicatriz misteriosa que se nos queda delante, como la firma del acaso tremendo que juega con los seres y los estrella contra sí mismos.
Nota de la Redacción. Mañana 7 de agosto de 2015, Víctor Bórquez Núñez presenta su duodécimo libro, la novela breve "Es extraño lo que hace el amor".