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Merdado y ferias

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De compras por la Plaza Sotomayor, me topé con los recuerdos, agolpados en los últimos años de la década de los 50, cuando un grupo de comerciantes ocupó el desaparecido pasaje para instalarse con una feria de verduras, frutas y hortalizas. Eran esos años de un mercado municipal floreciente, con una pescadería en el subterráneo de Uribe. Y las menudencias, en el segundo piso por Uribe.

La feria Sotomayor era una novedad. Por vez primera, la ciudad -sin una vega central aún- tenía la opción de disponer de productos frescos del agro, provenientes de quintas locales o bien de las feraces quebradas tarapaqueñas. Por calle Ossa, se estacionaban los camiones de otros proveedores, venidos algunos de Ovalle, Vallenar o La Serena. El mercado y sus alrededores conformaban un mundo pleno de vida, de personajes, de oficios y labores. Las cocinerías -todas en el segundo piso- ofrecían platos típicos a precios populares. Todo, como parte de una ciudad apacible, limpia. Una Antofagasta buena, a todas luces.

En el altillo de Sotomayor, se hallaba la Feria de los Matuteros, cuando no existía aún la Zofri de Iquique y todo lo novedoso provenía desde el puerto libre de Arica. Las medias de nylon, desodorantes y las radios a pila, colgaban desde los improvisados quioscos, que se levantaban en las mañanas y eran desmontados después del mediodía. Las populares "guayaberas", perfumes y los primeros elementos de plástico, que desplazó a la bakelita y al carey, estaban en venta. Productos importados que lograban esquivar el dudoso celo de los aduaneros de la época.

Pero en la tarde, volvía la quietud a la Plaza Sotomayor y el espacio quedaba reservado a los mítines políticos que -por aquellos años- tenían ese único escenario. Nunca vi la plaza invadida por vagos, ni tipos "en situación de calle". Entonces, el Mercado y su entorno cobraban vida propia, con locatarios dignos, que por muchos años, hicieron del comercio y la atención a los antofagastinos la razón de sus vidas.

Proa entrega la escultura del Dr. Rendic por falta de ubicación

polémica. Tras cuatro años de terminada, la obra aún no encuentra su lugar en la ciudad.

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Postergación tras postergación. Ese es el triste y entrampado camino por el que ha deambulado una escultura en reconocimiento al Dr. Antonio Rendic Ivanovic, conocido como el "Médico de los Pobres", luego que tras cuatro años desde que fueran adjudicados los recursos municipales para erigir una imagen en su honor, ésta aún no encuentra su lugar definitivo donde será exhibida a la comunidad.

Una compleja situación que la Corporación Proa, en conjunto con el Grupo de Damas Cultura "Elvira Brady", impulsores de esta iniciativa, han debido enfrentar sin éxito, principalmente, ante la falta de compromisos asumidos en su oportunidad por autoridades locales y empresas privadas, para dar un lugar permanente a la escultura del médico y poeta croata.

Fue justamente ese desentendimiento con la memoria y la obra del Dr. Antonio Rendic, lo que llevó a la Corporación Proa a tomar la lamentable, pero entendible decisión, de poner a disposición de la Municipalidad de Antofagasta, la escultura del Dr. Rendic (que desde hace dos años permanece guardada en el Club de Leones), con el propósito que sea dicha casa edilicia, que cuenta con todas las atribuciones y mecanismos administrativos necesarios, la que se haga cargo de su custodia, definición de su instalación y posterior entrega a la comunidad.

"El reconocimiento a la vida y obra al Dr. Rendic, que se materializará a través de la señalada escultura, se ha venido postergando debido de una variada gama de circunstancias, todas ajenas a nuestra voluntad y esfuerzos.", se lee en uno de los párrafos de escrito.

La misiva agrega que "para complicar más aun la situación en comento, recientemente se ha instalado una pantalla publicitaria al lado del lugar que el Consejo de Monumentos Nacionales ha autorizado ubicar la escultura del Dr. Rendic. Sin duda alguna que la señalada pantalla no tan solo dificultará la necesaria visibilidad del reconocimiento al 'Médico de los Pobres', sino que, además, obstaculizaría el fluido y seguro desplazamiento de las personas ante situaciones de emergencia".

respuesta

Sobre este complejo escenario desde la municipalidad explicaron que como una forma de recuperar la memoria del doctor Antonio Rendic, es que la alcaldesa confirmó que el municipio se hará cargo de la mantención de la escultura que rinde homenaje a este gran hombre forjador de la historia antofagastina.

"Precisamente, esta escultura será parte del Paseo Peatonal Manuel Antonio Matta que actualmente se encuentra en licitación. No obstante, es el deseo de nuestra autoridad comunal que esta obra sea exhibida cuanto antes a la ciudadanía, por lo que desde ya se evalúan sectores para su instalación, no descartando para ello el edificio consistorial".