Baleo a policía: imputados quedan en prisión preventiva
delito. El Gobierno buscará elevar las penas a quienes hieran a Carabineros.
Los dos imputados acusados de balear en la cabeza al subteniente Óscar Muñoz Vega el jueves en Peñalolén, quedaron en prisión preventiva por los 60 días que dure la investigación, tras haber sido formalizados por el delito que mantiene al uniformado en riesgo vital.
Ramón Olguín Díaz, quien ha sido acusado como el autor del disparo fue formalizado por los delitos de homicidio frustrado, porte ilegal de arma, disparar de forma indiscriminada en la vía pública y robo con intimidación. Nicolás Reyes Urbina, quien huyó del lugar para entregarse más tarde el mismo jueves, fue formalizado sólo por el ilícito de porte ilegal de arma.
El fiscal Ernesto Navarro, informó que Olguín "efectúa un disparo, el subteniente cae al suelo y el imputado efectuó dos disparos más".
El imputado tenía una orden de arresto pendiente y en 2003 fue condenado a 12 años de cárcel por los delitos de homicidio y robo, según informó el Ministerio Público.
Felipe Sepúlveda, fiscal jefe de Peñalolén Macul, indicó que "según la declaración del cabo que acompañaba al subteniente, Olguín Díaz tras dispararle al subteniente le grita 'a ti también te voy a matar'".
El tiroteo ocurrió mientras los uniformados realizaban un control a una pareja de motociclistas. El carabinero herido se encontraba vestido de civil durante el procedimiento, pero según se informó, se identificó y mostró sus placas al momento del control.
"Un carabinero que está de civil, que trata de pasar desapercibido, resulta imposible que ande con casco o con un chaleco antibalas", explicó en declaraciones citadas por Cooperativa el general jefe de la zona metropolitana de Carabineros, Cristián Fuenzalida.
La ministra de Justicia, Javiera Blanco, fue hasta el Hospital Militar para conocer el estado de salud de Muñoz, quien ayer seguía en riesgo vital.
Ahí fue cuando la secretaria de Estado anunció que el Gobierno buscará subir las penas por maltrato de obra a Carabineros. En caso de lesiones graves, gravísimas a un uniformado, serían hasta 20 años en cárcel, es decir, una condena por presidio mayor en su grado máximo y no medio, como es hoy (entre 10 y 15 años).
Blanco dijo que esto se incluirá en la agenda corta de seguridad para "dar una señal de que como sociedad, esto no lo vamos a tolerar".