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EE.UU. defiende el acuerdo con Irán ante un Congreso escéptico

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El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, defendió ayer vehementemente el pacto nuclear con Irán ante un escéptico grupo de legisladores que lo acusaron de haberse dejado "estafar" y "engatusar" por los iraníes, y advirtió de que es imposible alcanzar un "mejor acuerdo" que el logrado en Viena.

El Congreso estadounidense, que prevé votar en septiembre sobre el acuerdo entre Irán y las potencias del Grupo 5+1, mantuvo ayer su primera audiencia pública sobre el pacto, con la presencia de Kerry y los secretarios del Tesoro, Jack Lew, y de Energía, Ernest Moniz.

"La alternativa al acuerdo que hemos alcanzado no es lo que he visto que sugieren algunos anuncios de televisión. No es un 'mejor acuerdo', una especie de arreglo del mundo de los unicornios que incluya la capitulación completa de Irán", dijo Kerry en la audiencia en el Comité de Asuntos Exteriores del Senado.

"Esa es una fantasía, simple y llanamente", añadió Kerry. "La decisión que enfrentamos es entre un acuerdo que asegurará que el programa nuclear de Irán está limitado, está sujeto a un escrutinio riguroso y es completamente pacífico, o ningún acuerdo en absoluto".

El titular de Exteriores estadounidense subrayó que no se puede forzar a Irán a "desmantelar todo su programa nuclear" y que la única otra opción para detenerlo es "la acción militar".

El Congreso estadounidense, controlado por la oposición republicana en ambas cámaras, tiene 60 días para revisar el acuerdo alcanzado la semana pasada en Viena entre Irán y el Grupo 5+1 (EE.UU., Rusia, China, Reino Unido, Francia y Alemania).

Los legisladores solo podrían invalidar la participación de EE.UU. en el acuerdo si una mayoría de dos tercios en ambas cámaras vota en ese sentido, algo que invalidaría el veto que el Presidente Barack Obama ha prometido imponer a cualquier legislación contra el pacto.

Varios senadores republicanos destacaron la férrea oposición al pacto del Gobierno de Israel y las suspicacias que han expresado en el pasado los países suníes del Golfo Pérsico.

Oposición venezolana irá unida a las parlamentarias

Comicios. El acuerdo pone fin a diferencias internas admitidas por dirigentes, quienes ven al bloque como una "opción de Gobierno".

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Los partidos de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) de Venezuela encararán unidos las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre próximo, anunció ayer el secretario ejecutivo de la alianza, Jesús Torrealba.

Los partidos y organizaciones opositoras aglutinadas en la MUD, unos 30, decidieron el miércoles por la noche, entre otras cosas, ir a los comicios legislativos "con una tarjeta única" de candidatos, reveló Torrealba en una entrevista a Unión Radio.

El acuerdo puso fin a diferencias internas admitidas por dirigentes opositores, entre ellos el dos veces candidato presidencial Henrique Capriles, quien advirtió esta semana que "sin tarjeta única" se pondría en riesgo "la adhesión mayoritaria" que, a su juicio, tiene el proyecto político opositor.

"El 84% de los venezolanos dice que el país está mal", escribió Capriles en Twitter, al sostener que, por primera vez desde que en 1999 llegó al poder el ya fallecido Presidente Hugo Chávez, la MUD parte con ventaja en la carrera electoral.

"alternativa de gobierno"

"La política en el mundo y en Venezuela a veces es de maniqueos y llevan a divisiones entre buenos y malos, duros y blandos, radicales y moderados", pero los partidos de la MUD decidieron "no solamente llegar a la tarjeta única" sino impulsar "una estructura de funcionamiento" coordinado más allá de los comicios, señaló Torrealba.

"Vamos a tener una estrategia común y un comando de campaña electoral unitario", destacó. "Hace cinco años se fundó la MUD, básicamente para sobrevivir, para oponernos y resistir", pero "hoy la situación es totalmente diferente" y la oposición es una "alternativa de poder, de Gobierno", subrayó.

El titular de la MUD reveló que los dirigentes de los partidos y organizaciones de la alianza informarán individualmente en el transcurso del día de lo acordado.

"Yo adelanto que cada quien aportó desde su perspectiva una pincelada (...) que hizo posible este acuerdo (que) implica la cohesión no para oponerse a alguien sino para promover un proyecto de cambio", sostuvo.

Además de decidir que "todos apoyarán" a los candidatos a ocupar cada uno de los 167 escaños de la Asamblea Nacional (AN, unicameral), 99 de los cuales están en manos chavistas, los partidos de la MUD aprobaron "una agenda de cambio" que incluye cómo será "el funcionamiento de la facción parlamentaria (opositora) futura hasta el año 2021", añadió.

"No basta con ganar la AN" y por eso se acordó "lo que vamos a hacer con la mayoría (parlamentaria), lo que va a hacer el soberano encarnado en la nueva mayoría de la AN" y se resolvió que "todo lo que se haga esté enmarcado en la Constitución", agregó.

Las autoridades venezolanas negaron ayer el permiso a un grupo de senadores españoles que se encuentra en Caracas para visitar al exalcalde Daniel Ceballos, quien está recluido en la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin). "Nos hubiera gustado poder entrar, pero no vamos hacer ningún tipo de crítica al respecto de las decisiones que toman (las autoridades)", dijo el senador Dionisio García, del Partido Popular (PP). Los parlamentarios estuvieron acompañados por una delegación de la MUD.

Tsipras consigue el mandato para negociar, pero no disipa el conflicto interno en su partido

Grecia. Más de 30 diputados de Syriza votaron en contra de las nuevas reformas.
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El primer ministro griego, Alexis Tsipras, cuenta desde ayer con el respaldo del Parlamento para empezar a negociar las condiciones del tercer rescate al país, pero las diferencias en su partido, Syriza, se hacen cada vez más evidentes.

En la crucial votación celebrada la madrugada de ayer, el Gobierno griego logró el apoyo mayoritario de los diputados para sentarse a la mesa con los socios de la eurozona. Ahora se iniciarán las negociaciones que ambas partes apuestan por concluir a mediados de agosto.

Aunque fuentes comunitarias citadas por EFE ven muy ambicioso este calendario, es en esas fechas cuando Grecia debe hacer frente a nuevos vencimientos de préstamos con el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Si bien la ley consiguió luz verde del Parlamento, no sirvió para zanjar el conflicto interno en Syriza, que se desató tras el pacto alcanzado con la eurozona en la cumbre del 13 de julio. En esta votación hubo 36 disidentes.

Como mostró la votación del miércoles pasado, la división en Syriza sobre cómo el Gobierno debe gestionar su relación con la eurozona es amplia. Todo apunta a que de momento Tsipras seguirá con las negociaciones para pactar el nuevo programa, pero la calma está lejos de instaurarse.

Tras la convulsa votación, Tsipras se reunió con la titular del Parlamento, Zoé Konstandopulu, quien votó en contra de las reformas y se negó a presidir la sesión. Según fuentes gubernamentales, el premier le expresó "su preocupación sobre los problemas institucionales que provoca su respetado desacuerdo hacia la política colectiva del Gobierno, que la mayoría parlamentaria apoya".