Un análisis más profundo del riesgo aluvial, a la luz de los últimos y desastrosos eventos pluviométricos registrados en la zona, fue una de las observaciones que más se repitió en el primer análisis del proyecto de construcción del relleno sanitario Chaqueta Blanca.
La iniciativa, presentada por la empresa Santa Marta, ingresó el pasado 18 de junio al Sistema de Evaluación Ambiental, donde debe ser revisada y aprobada por una veintena de organismos públicos antes de poder pasar a la etapa de desarrollo.
Ayer la página web del SEA registraba la llegada de los primeros oficios con las observaciones formuladas por los servicios, entre las cuales destacan los emitidos por la Dirección de Obras Hidráulicas y la Dirección General de Aguas.
Ambas entidades, dependientes del MOP, apuntaron en sus análisis a que Chaqueta Blanca es una cuenca cuyos eventuales flujos desembocarían en la ciudad y por lo mismo pidieron revaluar ciertos parámetros considerando variables meteorológicas como las registradas el 18 de junio de 1991 o el 25 de marzo pasado.
La DOH, por ejemplo, plantea que no se ha hecho un análisis acabado del tipo de precipitación que se presenta en la zona, la cual no corresponde a un solo patrón.
Para mejor comprensión explica que esta parte del país puede verse afectada por desplazamientos de frentes asociados al invierno altiplánico, sistemas convectivos que se desconectan de sistemas frontales en retirada y bajas segregadas.
En este punto la misma dirección precisa que una baja segregada fue la produjo las lluvias del 25 marzo y recuerda también que en 1991 Antofagasta se vio afectada por una precipitación convectiva que descargó 48 milímetros de agua en sólo dos horas.
Por eso la pregunta que lanza es: si un nuevo evento convectivo, "que es el más recurrente en la zona norte", se concentra en la cuenca Chaqueta Blanca, ¿las obras presentadas serán suficientes para evacuar y conducir las aguas?
CÁLCULOS
Santa Marta indica en su declaración de impacto ambiental que el terreno elegido para el proyecto no es susceptible de ser impactado por flujos aluviales, debido a que la superficie que se empleará en el relleno (112 hectáreas) se sitúa en las nacientes de la cuenca.
Pero más adelante reconoce que eventos de precipitaciones intensas podrían generar "pequeños caudales", los cuales sin embargo "podrían ser fácilmente encauzados y desviados hacia zonas alejadas".
La afirmación, en opinión de la DOH y la DGA, no tiene sustento técnico y por eso piden demostrarla con cálculos.
"Al respecto se solicita entregar los antecedentes de precipitación y escorrentía sobre la cuenca en análisis para el año 2015 que avalen la afirmación entregada", indica la DGA
Y a renglón seguido agrega este mismo organismo que todos los análisis sobre el tema deben incorporar "las precipitaciones extremas del evento de marzo 2015".
Seremi
El seremi de Obras Públicas, César Benítez, justificó la solicitud de antecedentes técnicos más sólidos respecto a la incidencia de posibles precipitaciones en el sector, asegurando que el clima ya ha dado "sorpresas" en esta zona.
Comentó que si bien la empresa entrega cierta información pluviométrica, no queda claro su origen y además ésta es presentada de manera "liviana", lo que hace aún más prudente la observación.
"Por eso le estamos pidiendo que puedan argumentar con modelaciones más precisas y actualizadas el escenario de la cuenca", manifestó.
En los próximos días el SEA debe completar el ingreso de los oficios de los evaluadores, los cuales serán contestados por Santa Marta en lo que pasará a llamarse la Adenda 1 del proyecto Chaqueta Blanca.
Más allá que todos los servicios pueden plantear reparos en sus respectivos campos, de mucho interés será lo que responda la Seremi de Salud, que es la responsable de garantizar todo lo concerniente a la operación del relleno sanitario, entre otros temas.
El 16 agosto Santa Marta debe entregar a la municipalidad el diseño de su proyecto, dando así cumplimiento al plazo de 100 días que comprometió en la oferta presentada. Fuentes de la empresa manifestaron que el diseño se encuentra avanzado y no descartaron incluso la posibilidad de cumplir el trámite en forma anticipada. En paralelo, la Municipalidad de Antofagasta tramita en la Seremi de Transportes la modificación del decreto que impide el tránsito por la bajada Salar del Carmen de camiones de más de 3,5 toneladas, lo que resulta esencial para la operación del relleno sanitario.