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Gilberto "Paddy" Mena

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Gilberto "Paddy" Mena, conocido como el Abuelo Pampino, es un incansable defensor del patrimonio salitrero. En su larga vida ha atesorado más de 2000 objetos de la época del oro blanco. Valiosas fotos de época, afiches, juguetes de lata, herramientas, fichas con las que pagaban los sueldos y muchos objetos de la vida cotidiana. Lo más notable son las maquetas, que don Gilberto ha hecho con sus propias manos para explicar con mayor claridad los diversos procesos de la elaboración del salitre, a sus visitantes, especialmente escolares.

Estos objetos constituyen el Museo itinerante "Como recuerdo a mi Pampa", obra que enorgullece a su creador. El año 2005 ganó un proyecto FONDART y pudo realizar uno de sus sueños: recorrer la Región. Con el nombre "El pasado salitrero regresa en fotografías, objetos, música y recuerdos", visitó Taltal, Mejillones, Tocopilla, Ollagüe, San Pedro de Atacama, Calama y cierre en Antofagasta.

Durante años mantuvo en Radio Cooperativa AM, el programa "Como recuerdo a mi Pampa", de gran sintonía de los pampinos que viven en Antofagasta.

"Paddy", llamado así por un personaje muy elegante que aparecía en la antigua Revista Margarita, siempre presenta su Museo vestido elegantemente de terno negro, impecable camisa blanca, humita y su antiguo sombrero hallulla.

Cuenta que su afán por difundir las costumbres salitreras, le nació al llegar a Antofagasta, en 1973, y darse cuenta que no había interés en la rica herencia salitrera. Y, como buen pampino, dedicó su vida a esta pasión. Con mucha sabiduría, dice: "Hay poca preocupación por el patrimonio. Debemos ser buenos defensores de nuestras riquezas patrimoniales. Recordemos con orgullo nuestras raíces. Mantengamos en el tiempo nuestra identidad"

Hoy está enfermo. Yace en el Hospital Regional. Le preguntamos qué necesitaba. Con tristeza, nos respondió: "Después de 40 años defendiendo el patrimonio, lo único que necesito es un poco de cariño y compañía"

No lo olvidamos, "Paddy". Su nombre y su labor han quedado inscritos en la historia cultural de Antofagasta.

España incluye en su "bóveda del tiempo" a Jorge Edwards

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El escritor nacional Jorge Edwards depositó ayer en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes algunos escritos que permanecerán 20 años allí, bajo llave. Se trata de dos cartas (una de ellas cerrada e "indiscreta"), un manuscrito y ejemplares de "El Patio", "Gente de la ciudad" y "Persona non grata".

El literato escogió como fecha de apertura de la caja de seguridad el 8 de julio de 2035. Ese día las futuras generaciones podrán abrir el depósito número 1.482 de esta antigua cámara bancaria, de la sede del Instituto Cervantes de Madrid.

Poco ha querido desvelar el ganador del Premio Cervantes sobre la carta cerrada que depositó en la caja de seguridad. Dijo haberla a los 35 años y que era de una mujer que entonces tenía 38: "Una carta que seguirá siendo indiscreta en 2035", cuando sea abierta, aseguró, citado por EFE.

El contenido de la otra carta si fue revelado por el escritor: se trata de una misiva del ensayista y editor cubano José Rodríguez Feo que recibió Edwards en marzo de 1971, tras salir de Cuba después de una conversación con Fidel Castro sin poder despedirse de su amigo y que le llegó a Barcelona, a la casa de Mario Vargas Llosa.

Junto a las cartas, el escritor, nacionalizado español en 2010, dejó también en la caja una prueba de imprenta de "El Patio", un libro de pequeñas historias reflejo de esa etapa de su vida en la que vivió "en un mundo de historias" que pasó tras una fase de "poesía imitativa", rememoró.

También incluyó un ejemplar de su segunda obra "Gente de ciudad", con la que hizo un homenaje a "Dublineses" de James Joyce, el libro de cuentos que más le ha gustado en toda su vida.

Y otro de "Persona non grata", el que "discretamente" compró su padre cuando se publicó a pesar de que no simpatizaba mucho con su afición a la literatura: "Me decía que en todo caso escribiera sobre algo interesante, como la historia de la industria del cobre en Chile", recordó.

El novelista es la personalidad número 25 que deposita su legado en la Caja de las Letras, un peculiar espacio que atesora desde 2007 diversos retazos de la memoria cultural de España e Hispanoamérica cedidos por sus protagonistas.