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AMIGO ANTONIO, OS PIDO UN ¡MILAGRO PARA CHILE!

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Por qué , Santo de Ejemplaridad Humana, en tiempos de crisis y búsqueda de respuestas nuevas, sólo se escucha el bombardeo eterno de oscuridad y desesperanza en las Radios, TV., Redes Sociales, en que se repiten dramáticamente los hechos de corrupción, cohecho, colusión, violencia, discriminación, etc.; lo que , obviamente se traduce en manifestaciones sociales de Profesores, Estudiantes, Portuarios, Médicos, Campesinos; movilizaciones nacionales de toda índole, protestas legítimas, aunque algunas equivocadas y extremadamente violentas, olvidando los valores fundamentales de toda sociedad, como el respeto, diálogo y la legitimización de unos y otros, desde la razón y el corazón.

Santo Antonio, ¿Será posible, como TÚ lo lograsteis en la tierra, volver a nacer y renacer en la sana convivencia universal de la paz, el amor y la solidaridad, desde la diversidad del ser humano, especie divina y maravillosa creada por Dios?

¿Por qué, Sanador del Cuerpo y del Alma, en esta odiosa competitividad, consumismo, exitismo y neoliberalismo, sólo brota la palabra agresiva que descalifica. ¿No será posible, desde la unicidad de los hombres y mujeres o desde las organizaciones sociales, políticas, económicas, culturales y educacionales, romper las fronteras y trincheras, para generar un colectivo del bien común y Gobierno del Alma para el Amor?

Sabes, Doctor de los Desamparados, siempre descubro en tu esencia, tus huellas de ayer trazadas y tatuadas en el alma humana, tan sólo de hermandad y tolerancia.

Por ello, Caminante hacia la Canonización, hoy, os acudo nuevamente a TI, para pediros un nuevo Milagro:

¡El milagro para el encuentro hermano del chile nuestro!

Es que Poeta del Dolor, tú regalarás como ayer, el momento sublime en esta tierra de noble geografía y gentes, para despertarnos en auroras de oro y en la alegría de un nuevo amanecer, en que como Hijos de Dios, y Hermanos del Universo, compartamos, en alegría y hermandad, desde las diferencias y similitudes, el santo legado de todas las tierras, de todos los soles y estrellas.

Querido Antonio, que broten luciérnagas de tiempo nuevo, para romper los muros de la injusticia, de la violencia, del desentendimiento para que se abran los surcos generosos de oportunidades para todos, y que se plasme la significación profunda de esencia humana en hombres y mujeres de nuestro norte, para una Familia feliz.

Maestro Rendic, respiremos los versos de sal y de sol, para que nuestra Antofagasta, despierte como la floración mágica del cactus. Volemos con nuestras gaviotas, en sus alas de océano y rocas, para el vuelo del entendimiento. Antonio, cantemos el canto alegre del pan y del pez, del amor y la justicia. Seamos, en fin, tejedores del ladrillo y del acero, para que cada hombre construya su hogar de sueños, con techumbres de estrellas y puertas de sabiduría.

Permíteme, Doctor de la Santidad, humedecer mi pluma con la tinta mágica del agua y del fuego, para dibujar a cada persona en la sencillez del pimiento, chañar, algarrobo y tamarugo, para un encuentro de hermanos. Entonces, como Maestro Guerrero de la Luz, entonaré mi canto eterno de piedra y mineral, para señalar los caminos del norte:

SÓLO ASÍ, RECIBIREMOS TU NUEVO MILAGRO, ¡EL DE LA HERMANDAD!