Secciones

ME-O visita Antofagasta y evita hablar del 'caso boletas SQM'

política. El excandidato presidencial Marco Enríquez-Ominami, participó de un conversatorio en la Universidad de Antofagasta.

E-mail Compartir

En medio de los cuestionamientos por el financiamiento a su campaña, el exdiputado y excandidato presidencial, Marco Enríquez- Ominami, visitó ayer Antofagasta.

El líder del PRO participó de un conversatorio realizado en la Universidad de Antofagasta, donde comentó aspectos ligados a la Asamblea Constituyente y la necesidad de un cambio constitucional, pero sin referirse a la polémica derivada por las boletas entregadas a la empresa minera SQM, por allegados a su figura.

Enríquez-Ominami tuvo una intensa agenda que además incluyó una entrevista con el rector de la UA, Luis Alberto Loyola, la alcaldesa Karen Rojoy el senador Pedro Araya.

Con Araya se trató de un encuentro bastante breve y algo más extenso con la jefa comunal, quien lo invitó al ayuntamiento.

CASO SQM

Lo que lleva a relacionar el nombre de Marco Enríquez-Ominami con el caso SQM, es una serie de correos electrónicos que fueron conocidos el 28 de junio pasado, en donde se expone que el periodista Cristián Warner Villagrán (exsecretario general del PRO, allegado a ME-O), concertaba distintos pagos que presuntamente estaban previamente acordados por Enríquez-Ominami con SQM.

La compañía minería no metálica del país está bajo la lupa de la Fiscalía Nacional que cuestiona boletas de pagos por servicios realizados por personeros del mundo político. La presunción del Ministerio Público es que de esa manera se financiaban "irregularmente" campañas políticas, entre otros.

ME-O ha negado conocer el detalle y ha insistido en su absoluta inocencia de las imputaciones.

"Estoy revisado hasta las chaquetas", recalcó previamente el exPS a CNN Chile, aspecto en el que ha insistido.

Sin embargo, el pasado domingo La Tercera reveló los citados correos electrónicos entre la exsecretaria de Patricio Contesse (entonces gerente general de SQM), Katherine Bischof, y Cristián Warner.

"Estoy seguro de que los chilenos no queremos vivir juntos", dijo ayer ME-O durante el conversatorio "Nueva Constitución y Democracia: el rol de la asamblea constituyente", celebrado en dependencias de la UA. Después de analizar la situación actual de la democracia en el país, el líder del PRO afirmó que "nuestra sociedad está hecha para funcionar mecánicamente, sobre un sistema capitalista que prima el individualismo por sobre los temas sociales como el bienestar común", destacó.

42

años tiene Marco Enríquez- Ominami, líder del PRO.

34

boletas emitió la

empresa de Cristián Warner a SQM en tres años.

Nunca hemos ganado nada

E-mail Compartir

De cara a la final de la Copa América se ha repetido majaderamente que los chilenos "nunca hemos ganado nada"… Sinceramente, la frasecita me crispa. Me pone mal. Porque no es una frasecita cualquiera ya que siempre que se dice, se dice con su qué. Es ese qué, el que en realidad me molesta, porque implica un juicio, o lo que es peor, una sentencia.

Una sentencia que de manera solapada -escondiéndose detrás de una expresión aparentemente objetiva- sabotea los sueños, deteriora la ilusión y valida- erróneamente, para mi gusto- la idea de que el pasado nos determina, ya que de manera subliminal se entrega el mensaje de que si nunca hemos ganado nada… ¿Por qué tendríamos que ganar algo ahora?

Tiendo a pensar que lo hay detrás no es más que miedo: miedo a hacernos cargo de que sí podemos salir campeones, miedo a ser los mejores, miedo a dejar de ser víctimas, miedo a asumir la responsabilidad de lograr el objetivo. El pasado no es más que una construcción mental basada en experiencias, las que a su vez están compuestas tanto por hechos, como por las percepciones que nosotros tenemos acerca de esos hechos.

Explicado de otra forma, la ecuación hecho (objetivo) + percepción (subjetiva) = experiencia, demuestra que el pasado, entendido como una sucesión de experiencias que tienen un componente de subjetividad, nunca es del todo imparcial y verdadero y por lo tanto, malamente puede erigirse como un pivote concluyente para determinar el presente o el futuro de una persona, de una organización, de un país… o de un equipo de fútbol.

Entendí lo anterior hace ya varios años, cuando recién egresada de la universidad tuve la posibilidad de viajar al extranjero sola. Por primera vez en mi vida, experimenté una sensación de absoluta libertad.

Nadie me conocía en el lugar al que iba, nadie sabía quién era yo, ni cómo era yo, ni como solía ser yo, por lo mismo, a partir de ese momento descubrí que yo podía ser quien yo quería ser. No tenía que actuar de acuerdo a las etiquetas y los roles con los que durante años me identifiqué y comprendí entonces que casi todo lo que hacemos en la vida está condicionado no por cómo somos, sino por cómo creemos que somos y por cómo creemos que los demás creen que somos. Vivimos sujetos a tantas creencias, que pensamos que ellas nos definen y terminamos actuando en consecuencia.

Bueno, no debería ser así. El pasado no tiene el poder -a menos que yo se lo confiera- de evitar que yo reinvente mi vida en un presente nuevo y en un destino mejor. Y finalmente, la lógica que se tendría que aplicar es que si voy a actuar de acuerdo a mis creencias, al menos debería escoger las creencias que me potencian y no las que me limitan.

De alguna forma, pienso que este grupo de jóvenes y cuerpo técnico que forman la actual Selección Nacional de Fútbol, tienen la gran misión no sólo de ganar la Copa América, sino de cambiar la creencia de millones de chilenos y hacernos entender a todo un país que el pasado da lo mismo, que las etiquetas autoimpuestas las puedo cambiar cuando quiera, y que de ahora en adelante vamos a empezar a ganarlo todo.

Marcela Munita Solé

Marcemunita.blogspot.com