Nunca fue fácil para Chile ganarle a Uruguay, más en Copa América, donde los orientales llevaban una ventaja de 16 por 6, con el agregado que traían fama de eliminar a los anfitriones. Y en el enfrentamiento de anoche, a punta de golpes como es su costumbre, querían dejar fuera a la "Roja".

Por eso, no es de extrañar que una vez más fue complicado para la selección nacional alcanzar el triunfo sólo en los últimos 10 minutos. Pero, fue con un golazo de Isla, porque la jugada previa a su disparo a ras de pasto fue bien urdida.

De ahí que los festejos de los mismos jugadores, primeramente, junto al público que los acompañó en el Estadio Nacional "Julio Martínez", fue en grande, contra la rabia y la impotencia de los rivales.

Terminado el juego, y pasados los nervios de los 17 millones de chilenos pegados a los televisores, todo el mundo salió a la calle a festejar como correspondía: bulliciosa y coloridamente.

Es lo que sucedió en el centro de Antofagasta, con miles de saltando, bailando, y gritando los "ceacheí" como nunca. El punto neurálgico fue Maipú con Matta y calles aledañas.

Ahora viene la semifinal de la Copa América.