Como Carlos González Lillo de 51 años, fue identificado el comerciante que murió desangrado en la vía pública tras ser atacado con un arma cortante en Calama.

Los dramáticos hechos quedaron al descubierto la madrugada de ayer, cuando la Central de Comunicaciones de Carabineros fue alertada sobre la presencia de un individuo herido.

El llamado señalaba que en la intersección de las calles Alejandro Rodríguez y Mejillones, en el sector poniente de la ciudad, había un hombre en el suelo y su ropa estaba manchada con sangre, siendo despachada rápidamente una unidad policial para verificar la denuncia hecha por un ciudadano.

Al llegar al lugar indicado, los efectivos policiales comprobaron la veracidad de los hechos, pero se percataron que se trataba de una emergencia sumamente grave, ya que la víctima había perdido gran cantidad de sangre producto de las estocadas que le propinaron en el pecho y en el abdomen.

Solicitaron la ayuda del personal paramédico del Hospital Carlos Cisternas, quienes se trasladaron raudamente al sector a bordo de una ambulancia, pero al llegar no pudieron hacer nada, debido a que el hombre ya había muerto.

Su deceso se produjo alrededor de las 2.30 horas debido a la gravedad de las lesiones que tenía.

El fiscal de turno fue informado de la lamentable noticia e inmediatamente instruyó que se fijara el sitio del suceso, para evitar su contaminación, y que el Laboratorio de Criminalística (Labocar) de Carabineros de Antofagasta se trasladara a la ciudad, para investigar el homicidio y dar con el paradero del autor o de los autores del crimen.

De acuerdo a las primeras pericias y diligencias policiales, el hombre habría recibido al menos siete estocadas en el área torácica, lo que le produjo una gran pérdida de sangre, falleciendo producto de una anemia aguda, datos que deberán corroborarse con la autopsia de rigor realizada por los especialistas del Servicio Médico Legal (SML) de Calama.

Una mujer de nacionalidad chilena que retornaba desde Bolivia, fue sorprendida por funcionarios del Servicio Nacional de Aduanas transportando casi un kilo de marihuana prensada.

La mujer M.E.G.D. de 42 años y de ocupación copera, volvía desde Potosí en un bus, cuando fue seleccionada para una revisión más detallada.

Fue en ese momento cuando los fiscalizadores de la Unidad de Drogas de la Aduana de Antofagasta detectaron un bulto extraño en su espalda.

Al seguir con la pesquisa, los aduaneros apostados en Ollagüe descubrieron que la sospechosa tenía fajada a su zona lumbar un paquete rectangular, cubierto con nylon negro y sellado con huincha.

Dentro de este bulto la mujer ocultaba 808 gramos de marihuana, droga con la que pretendía llegar hasta Calama.

Todos los antecedentes del caso, la droga y el resto de medios de prueba fueron puestos a disposición de la Fiscalía Local de Calama.

Tanto la policía especializada como el Servicio de Aduana están haciendo controles y operativos para detectar el paso de drogas.