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El 'boom' de los cafés: antofagastinos a tono con grandes ciudades del mundo

tendencia. Escritor Hernán Rivera Letelier: "un plus es que las mesas estén en la calle".
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Hasta 100 tazas de cortado -ya una tradición en las cada vez más heladas mañanas antofagastinas- venden algunas cafeterías ubicadas en el sector centro, que son el epicentro de largas conversaciones.

Esta emergente afición al brebaje hecho de granos de Brasil o Colombia provoca en estos momentos en Antofagasta un verdadero boom en la instalación de cafeterías y salones de té en distintos sectores residenciales.

Además del popular cortado, los exprés, cappuccinos y aromáticos mocachinos forman parte del menú preferido de los amantes del café.

Además, de acuerdo a los propietarios de estos locales, un 80% de los clientes prefiere su café acompañado de un pastel, aunque esta costumbre recién está siendo adoptada por los antofagastinos.

Escritor

Desde la aparición de los primeros cafés en el Paseo Prat hace quince años, la oferta varió considerablemente. Antes, esos locales sólo ofrecían el oscuro brebaje, pero con los años agregaron medias lunas, pasteles y sanguches en sus cartas.

Un asiduo visitante al "Café del Centro" es el escritor pampino Hernán Rivera Letelier, que usa ese espacio para la creación por la diversidad que ofrece la vista de la calle desde su mesa favorita.

"Vengo siempre que estoy en la ciudad, pero los antofagastinos recién están entrando en la cultura del café. Un plus es que las mesas estén en la calle, como en otras ciudades turísticas", dijo el escritor de "La reina Isabel cantaba rancheras".