Viviendas medias y populares
El problema de acceso a la vivienda en nuestra región, es sistémico y estructural, y peligrosamente avanza en dirección a ingresar al catálogo de problemas sin solución. Una amenaza para el desarrollo sustentable y la equidad.
Un elemento objetivo es la nula construcción de proyectos habitacionales destinados a sectores vulnerables y de clase media durante el cuadrienio de gobierno de derecha. Se suma a lo anterior la inexistencia de una política publica regionalizada en materia de vivienda y junto a esto, la ausencia de instrumentos novedosos.
Este cuadro se ve agravado por el costo de construcción, cuyo polinomio de cálculo se ve fuertemente afectado por el valor del suelo, cifra que oscila entre 25 a 35% del precio de la vivienda, todavía más por el alto costo de la vida, que impide que se desarrollen voluminosos proyectos que cubran la demanda actual.
El tema radica entonces, en la situación que afecta a los sectores más modestos, muchos de los cuales viven en campamentos, y por otro lado, en la imposibilidad de la clase media regional de acceder a la vivienda propia.
Una rápida mirada al panorama de Antofagasta, Calama, Taltal y Tocopilla dan cuenta que la velocidad de respuesta que puede proponer el aparato público a la exponencial demanda, carece de realismo. El tema ya no es técnico, es un problema político que requiere una gran articulación entre la línea nacional y las necesidades regionales y un plan público- privado que entregue factibilidad a una solución.
Es imposible pensar el futuro, sin replantearse el fenómeno de la vivienda en la ciudad, y abrirse a discutir nuevas soluciones, incluso la variable de autoconstrucción, pues en estos tiempos cabe reconocer la capacidad de autogestión de una buena parte de quienes viven en campamentos. Ello implica aceptar que el estándar Ocde no es aplicable y por tanto, imaginar grandes extensiones urbanizadas de propiedad fiscal, que permitan instrumentos similares, a lo que en su época fueron las viviendas progresivas, sumadas las inversiones en espacios públicos y un mejor estándar barrial.
Debemos incorporar líneas de solución pensadas en la clase media. Un drama social, que requiere soluciones acordes a una región que hoy solo se distingue por sus riquezas y debiera hacerlo por sus oportunidades.