Secciones

Lavandera

E-mail Compartir

Escribo con la autoridad que me da la vida. Nieto de una mujer que "lavaba ropa ajena", mi abuela Amalia halló en las bateas el modo -sacrificado y honesto- de contribuir modestamente al ingreso familiar. Había que encender fuego, para hacer hervir la ropa, con esos detergentes que terminaron por deformar las manos de la abuela. Recuerdo la "Perlina" y la "Radiolina", ambos con alto contenido de soda. Había otro más suave, para la ropa fina, el "Lacón". Todos, mezclados o complementados con la clásica "jabonela", hecha con jabón "Gringo".

Lo recuerdo clarito. Para esas telas finas -gabardina o Palm Beach- mi abuela empleaba el chilenísimo "quillay", corteza que también se usaba para corretear las polillas desde los roperos de antaño.

Para blanquear, la conocida "agua de cuba". Con ella se descoloraba el tocuyo o el brin de los sacos harineros, que se transformaban en abrigadoras sábanas caseras. Y como elemento suplementario, el "azulillo", bolsita que hacía la maravilla de darle albura a la ropa blanca. Todo terminaba con el enjuague y el definitivo "estruje", torciendo las prendas para quitarle la mayor cantidad de agua.

Luego, había que tender la ropa. El patio de mi casa, repleto de sogas, se convertía en una vitrina de prendas ajenas. Un puntal permitía mejorar la altura de los cordeles, para ganar el sol y el viento, acelerando el secado. Muchas veces -con el peso de la ropa húmeda- se cortó una soga, obligando a recoger las prendas desde el suelo y a comenzar todo de nuevo… Y disimular las lágrimas arrancadas desde la rabia.

Mi vieja Amalia complementaba su servicio con el planchado. Ropa rociada, cuellos y puños almidonados. Los niños encendíamos las planchas a carbón de espino y las venteábamos con la intención de apurar el calentado. En el epílogo, avisar al cliente que el trabajo estaba terminado.

Finalmente, había que esperar la paga, la legítima recompensa al lavado de ropa ajena. Esfuerzo que muchas veces, se hizo pan en la mesa de mi infancia.

Los chuquicamatinos en cuenta regresiva para celebrar su centenario

legado. Excampamento minero ya comienza a vivir su aniversario número 100 con variadas actividades conmemorativas.
E-mail Compartir

Cien años de historia, cien años de recuerdos. El próximo 18 de mayo el campamento minero de Chuquicamata conmemora su centenario de vida. Es por ello que sus exhabitantes ya están en cuenta regresiva para reencontrarse con miles de historias y recuerdos de quienes vivieron y se desarrollaron en este lugar por décadas y, que tras su cierre en 2007, hoy no pierden oportunidad para volver a pisar su tierra, sus raíces y su memoria.

Actividades sociales, culturales, artísticas y deportivas conforman el completo programa de celebración de 100 años de Chuquicamata, las que fueron organizadas por Codelco Chuquicamata junto a las agrupaciones y organizaciones emblemáticas del excampamento como la Agrupación Hijos y Amigos de Chuquicamata, el Centro Cultural y Social Chuquicamata Chile, la Corporación de la Conservación de la Cultura Chuquicamatina, entre otras.

Son varias las alternativas que programó la minera estatal para festejar su centenario. Las actividades arrancaron a principio de abril con el lanzamiento dos concursos, uno de fotografía patrimonial y otro de pintura, que buscan rescatar aquellas imágenes y obras inspiradas en la vida del campamento minero y su gente.

Destacados

Dentro de los eventos destacados de conmemoración de los 100 años el próximo lunes se realizará y hará entrega del libro "Chuquicamata en 100 palabras", ceremonia que se realizará en Librería Chilex, Chuquicamata, a las 12 horas.

A este panorama se suma la apertura al público de edificios emblemáticos del Campamento Chuquicamata entre ellos la Casa 2000, Teatro Variedades, Parroquia El Salvador, el Club Chuqui, el Club Obrero, etc.

Las celebraciones se extenderán por toda una semana, sin embargo, los días fuertes serán el 17 y 18 de mayo. El 17 se espera realizar un show musical, el cual será en el campamento con dos números artísticos de renombre nacional. Ese mismo día, específicamente en la víspera del 18 de mayo, habrá fuegos artificiales. En este evento participarán autoridades nacionales, regionales, comunales y se espera contar con la presencia de la Presidenta Michelle Bachelet.

Para el 18 de mayo, se realizará un desfile cívico militar y el tradicional acto ecuménico en la Plaza de Chuquicamata.

exposición

Los festejos por el centenario del Chuqui también tendrán lugar en Antofagasta. En ese sentido, la Biblioteca Regional de Antofagasta con motivo del Mes del Patrimonio ha preparado una serie de actividades teniendo como eje central los 100 años de la fundación del Campamento Chuquicamata.

Durante todo el mes, en el hall central se podrá visitar la Exposición "Chuquicamata: Camino al Centenario", una muestra de objetos que reflejan la cotidianidad del ex campamento minero entre los años del 1940 y 1970. La exhibición es parte de la colección de la Familia Zabala, y fue organizada por el Centro Cultural y Social Chuquicamata con apoyo de Codelco División Chuquicamata.