Nuestros pseudocomunistas
Estoy seguro de que en nuestro país hay comunistas que son coherentes con sus ideales, que conocen la esencia del comunismo. Estoy seguro de que ellos formaron su conciencia política y social después de haber leído y analizado los escritos de Owen, Bernstein, Gramsci, Trotsky, Marcuse y Marx, entre otros. Estoy seguro de que saben que el concepto de "materialismo dialéctico" no es de Marx, sino que fue acuñado por Plekhanov; estoy seguro de que ellos entienden bien la conjugación basal que hay entre comunismo y socialismo.
Además, tengo la certeza de que son personas que quieren el avance social del país a partir de la implementación de la equidad como factor inspirador; estoy seguro de que ellos entienden que la equidad siempre tiene un punto de comparación que está arriba y que su consecución responde a criterios de construcción societal contextuales.
Estoy seguro de que los que saben qué es el comunismo no apoyan, a la luz de la historia, la forma material en la que Lenin o Stalin buscaron romper con las desigualdades que provoca el capitalismo. Estoy seguro de que el verdadero comunista rechazaría identificar como a un par a cualquier sujeto que se vista con el sano ropaje de la rebeldía por el solo hecho de haber leído pésimos resúmenes del Manifiesto Comunista o de El Capital.
Estoy seguro de que los verdaderos comunistas se avergüenzan cuando escuchan a algunos militantes del partido defender la dictadura que sigue existiendo en Cuba. Sé que los verdaderos comunistas también se avergüenzan cuando algunos militantes del PC justifican las atrocidades en Corea del Norte en función de argumentos incoherentes e ignorantes.
Estoy seguro de que estos verdaderos comunistas se avergonzarían de aquellos que niegan las aristas que tiene el concepto de equidad, lo que ocurre cuando se desconocen las violaciones sistemáticas a los derechos humanos que ocurren en Venezuela.
En resumen, estoy seguro de que los verdaderos comunistas escasean en nuestro país y que no se encuentran en el seno del actual Partido Comunista. En ese mismo sentido, estoy seguro de que los verdaderos comunistas se avergüenzan de las inconsecuencias e incongruencias de los mal llamados comunistas que hoy están en nuestro Parlamento, los que -con su comportamiento y declaraciones- están lejos de la equidad que se promueve en la esencia de la ideología.