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El extraño comportamiento de Luis Miguel durante un show

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El cantante latino más popular Luis Miguel dio de que hablar por su extraño comportamiento durante un concierto que ofreció el pasado domingo en la Feria de San Marcos, en Aguascalientes, México.

El intérprete lució muy animado e incluso, para estar más cómodo, se quitó los zapatos mientras cantaba el tema "Será que no me amas". En la grabación, se puede ver además que bromeó con los lentes de uno de los músicos

Al final del espectáculo, se despidió del público dando algunas vueltas y después se dejó caer al suelo, donde permaneció algunos segundos mientras fue ovacionado por el público por su cumpleaños número 45.

La prensa mexicana se mostró suspicaz sobre el estado del artista, que se mostró más alegre y distendido de lo habitual. Varios medios locales aseguran que el artista se encontraba borracho durante el show.

En febrero ya lo acusaron de actuar pasado de copas en el Coliseo de Yucatán de México, donde ni siquiera salió al escenario. Según un organizador, "el artista Luis Miguel simple y sencillamente se metió a su cuarto, pidió botellas de alcohol y se está emborrachando en su cuarto, ésa es la verdad yo no voy a decir mentiras, ésa es la verdad, está en su habitación emborrachándose y drogándose". Esa vez, el cantante lo desmintió y acusó problemas "técnicos".

¿Nuevas señas?

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Hace un tiempo propuse una idea. Hablé de instalar luces fotovoltaicas en los postes del alumbrado público. Debería implementarse en todas las ciudades costeras del país. La experiencia de Iquique nos dejó una enseñanza: el huir del posible maremoto, motivó la evacuación a ciegas de gran parte de la población. Fueron muchos los heridos por tropezones, caídas y resbalones, dada la oscuridad de la noche.

Hoy me preocupa otro asunto: en las ciudades costeras vivimos pensando en que la amenaza vendrá desde el mar: Y hay zonas de seguridad demarcadas con un criterio técnico que -esperemos- sea acertado. Se asegura que así, estaremos protegidos de la temida gran ola.

Pero hay que pensar que la amenaza viene también desde las quebradas. Por allí escurren las aguas, el lodo, los temidos aluviones, que buscan sus cauces para llegar al mar, inundando todo. ¿Resultado? Desgracia, dolor, muerte y daños cuantiosos.

Y para evitar la pérdida de vidas, habrá que establecer y delimitar cuáles serán las zonas de seguridad. Buscar las cotas más elevadas, los lugares con menos posibilidades de recibir/generar cauces, puntos de encuentro, áreas protegidas de todo riesgo, que permitan el conteo y la identificación de personas. O sea, saber para dónde arrancar cuando empiece a llover fuerte. Así de simple.

Es indudable que deberá implementarse -además- una nueva modalidad de alarma, distinta a la que nos previene de los maremotos. En situaciones de extremo pánico colectivo, puede suceder que huyendo hacia los cerros, pensando que viene un "tsunami", las personas se encuentren con un aluvión.

Por lo pronto, hay que ver quiénes serán los profesionales encargados de decidir cuáles serán los puntos que protegerán la vida de nuestros compatriotas. Topógrafos, geógrafos, geólogos, meteorólogos, sociólogos. Mientras más profesionales haya en el equipo y con la recomendación de no incluir político alguno en la organización, no cabe duda que las cosas funcionarán de mejor manera.