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Estudio refuta que consumir yogur sea beneficioso para la salud

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La expresión que atribuye salud a quien come un yogur no sería tan exacta, según señala un estudio que pone en duda que el consumo habitual de ese producto tenga un beneficio considerable, como se creía comúnmente.

Un estudio publicado en el Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics, y encabezado por investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid estudió los efectos del consumo habitual de yogur, que es un alimento al que se le atribuyen beneficios para la salud.

Los expertos realizaron un experimento con cuatro mil personas mayores de edad, aplicando un test por un periodo de 3,5 años, en el que buscaron asociar el consumo de yogur y la salud.

"El consumo habitual de yogur no se asoció con la mejora de la calidad de vida relacionada con la salud", explicó Esther López-García, líder de la investigación en declaraciones citadas por 20 minutos.

La falta de relación también se dio en los individuos que no tenían enfermedades diagnosticadas, que nunca habían fumado y que seguían una dieta mediterránea, lo que descarta que estos factores de riesgo pudieran tener algún efecto en disminuir el beneficio del yogur.

"En comparación con las personas que no comían yogur, quienes lo consumieron de forma habitual no tuvieron una mejora significativa en su puntuación en el componente físico de la calidad de vida, y aunque se apreció una pequeña mejora en el componente mental, no fue estadísticamente significativa", comentó López-García.

Esto vendría a desmentir a quienes han afirmado que consumir yogur puede tener beneficios como proveer de calcio, ayudar a bajar de peso y a combatir enfermedades a los huesos. La investigadora dijo que esta creencia viene de las recomendaciones de consumir lácteos, pero que el yogur por sí solo no reporta beneficios.

Las guaguas sienten el dolor de forma similar a los adultos

estudio. Una investigación científica comprobó que el umbral de dolor de los recién nacidos es más bajo que el de las personas maduras.

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Cómo y qué sienten las guaguas son preguntas que la ciencia siempre busca responder. Ahora, un grupo de investigadores que se propuso conocer cómo perciben el dolor físico los bebés en comparación a los adultos dio a conocer sus hallazgos.

Como los recién nacidos no pueden comunicarse de la misma forma que los adultos, hay todo un mundo interior que la ciencia busca conocer. Un estudio realizado por el Hospital John Radcliffe de Oxford (Reino Unido) y que fue publicado por la revista Life, buscó observar cómo reacciona el cerebro de una guagua ante un estímulo doloroso usando una resonancia magnética.

Para realizar este experimento los expertos seleccionaron un grupo de diez guaguas de entre uno y seis días de edad para llevar a cabo los análisis. Los científicos explicaron que esa era la etapa ideal para llevar a cabo el experimento porque a esa edad los niños pasan casi todo el tiempo durmiendo y sin moverse.

Además seleccionaron a diez adultos de entre 23 y 36 años.

Los niños que fueron parte del estudio fueron sometidos a un mismo estímulo doloroso leve, que simulaba la sensación de ser pinchado en el pie con la punta de un lápiz. Este estímulo no era lo suficientemente fuerte como para despertar al bebé, pero sí para provocar una reacción en el cerebro.

Esta es la primera vez que se busca estudiar cómo perciben el dolor las guaguas a través de una resonancia magnética, según señalaron los expertos que llevaron a cabo el estudio.

Por su parte, los adultos fueron sometidos al mismo estímulo pero cuatro veces más intenso.

Al analizar las mediciones obtenidas por el examen de resonancia magnética, los científicos observaron que la reacción cerebral de las guaguas ante el estímulo doloroso fue la misma que la que mostraron los adultos.

La comparación de los análisis a los que fueron sometidos los participantes en el estudio mostró que de las 20 zonas que se "iluminaron" en el examen a los adultos, 18 también se activaron en las guaguas, lo que revela que reaccionan de manera similar al dolor físico.

Los expertos además concluyeron que no solamente sienten igual el dolor, sino que además las guaguas tienen un umbral más bajo de resistencia a éste.

"Por primera vez, hemos podido estudiar el dolor en el cerebro de un bebé mediante resonancia magnética. Esto es particularmente importante cuando se trata de dolor: obviamente los bebés no pueden decirnos acerca de su experiencia de dolor y es difícil inferir el dolor de las observaciones visuales", explicó sobre la importancia de este resultado Rebeccah Slater, que lideró la investigación.

El objetivo principal de este tipo de estudios es buscar formas de solucionar el dolor en las guaguas, por eso, explicaron los autores, es necesario realizar más pruebas.

"Recientes estudios en adultos han demostrado que es posible detectar una firma neurológica del dolor mediante resonancia magnética. En el futuro esperamos desarrollar sistemas similares para detectar la firma del dolor en el cerebro del bebé: esto nos podría permitir probar diferentes tratamientos para aliviar el dolor y ver lo que sería más efectivo para este grupo tan vulnerable que no puede a hablar por sí mismo todavía", dijo Slater.