La banda mexicana Maná mostrará su lado más comprometido en su noveno álbum de estudio "Cama incendiada", que saldrá a la venta hoy. La misma faceta que mostraron cuando condenaron el asesinato de los 43 estudiantes universitarios de Iguala, en su país.

En octubre del año pasado en la cuenta oficial del grupo en Twitter, el cantante Fher Olvera publicó: "Una tragedia que nos atañe a todos, al mundo entero, porque es un crimen contra la humanidad, una desaparición forzada", con respecto a la desaparición de los estudiantes.

"Por decir aquello, mucha gente me dijo que me iban a matar, a lo que yo respondí: '¡Pero si ya no matan!'. En México siguen robando, pero quizás no lo tienen tan fácil, porque se denuncia. Los periodistas ya no tienen miedo. Los corren, pero tienen más valor porque ya no se atreven a matarlos", afirmó Olvera sobre esa situación.

Y toda esa carga política es la que incluyeron en el single "Mi verdad", en el que la banda colabora con la colombiana Shakira, y se va en picada contra "las mentiras de los medios de comunicación, las redes y los dictadores de Latinoamérica".

Según el músico, se trata de "un bolero un poco cubano" que Olvera escribió para Dalí, su hijo de 7 años, aunque "también tiene una carga importante de denuncia, de cómo vivimos en un mundo lleno de mentiras".

En ese mismo tono Maná incluyó la canción "Somos más americanos", del emblemático grupo mexicano Los Tigres del Norte.

cachondo y sexy

Pese a contar con estas dos canciones con gran carga social, el cantante de 55 años, que integra Maná junto a Juan Calleros, Alejandro González y Sergio Vallín, asegura que "Cama incendiada" es, ante todo, un álbum "cachondo y sexy".

"Nos gusta mucho que la gente esté arriba en los conciertos y veníamos de un disco muy dramático, 'Drama y luz' (2011). Queríamos mover eso", afirma Olvera sobre este nuevo trabajo.

En ese proceso ha sido decisiva la colaboración con el productor George Noriega, con quien nunca habían trabajado y quien ya había colaborado con Gloria Estefan, con Shakira y con Ricky Martin.

El resultado de ese trabajo, según Fher Olvera, es un disco "más playero, con calipso, reggae y algo de música electrónica", con un "cariz más sexy y más cachondo para bailar".