La madrugada de este 15 de abril dejó heridas físicas y sicológicas que difícilmente podrá olvidar una niña de cuatro años. La menor, de origen español, estaba en la misma habitación donde su madre boliviana fue asesinada por su pareja, un conductor de la locomoción colectiva, quien se suicidó tras atacar a la mujer.
El caso de femicidio, suicidio y violencia intrafamiliar ocurrió en un departamento de calle Nicanor Plaza, en el sector sur de la ciudad.
El victimario, identificado como Luis Alberto Candia Álvarez (44) y la fallecida Sarah Luján Jiménez (31), arrendaban una pieza en el mismo domicilio donde vive un matrimonio boliviano y otro extranjero.
Según información proporcionada por Carabineros, a las 2.40 horas, un llamado telefónico a la Central de Comunicaciones alertó de que una mujer era víctima de violencia intrafamiliar (gritos y una fuerte discusión). Los efectivos policiales acudieron al lugar y constataron que una de las habitaciones estaba cerrada.
El personal que realizaba el procedimiento sintieron un gemido desde el interior y al mirar detalladamente se percataron que había rastros de sangre en el piso.
víctima
"(Los carabineros) fracturan la puerta y se encuentran lamentablemente con una mujer adulta en el piso, con múltiples lesiones, una de ellas en el cuello", explicó el comandante Sergio Cornejo, comisario de la Tercera Comisaría.
En la pieza estaba Sarah Luján y parado junto a ella el homicida, Luis Candia, quien al ver a la policía se acuchilló varias veces en la zona torácica.
El arma que utilizó Candia era un cuchillo cocinero con una hoja de 22 centímetros y en el momento en que la policía ingresó por la fuerza al dormitorio, el agresor aún seguía con vida. Los paramédicos del Samu realizaron maniobras de reanimación por 30 minutos, aunque no resistió mucho más y murió en el lugar.
La niña de cuatro años estaba en la cama y consciente. Al ser revisada, los carabineros notaron que también tenían heridas cortopunzantes en el tórax (después se constató hasta una fractura), por lo que la trasladaron de urgencia en un radiopatrulla hasta el Hospital Regional.
La menor ingresó al recinto con lesiones de carácter grave, aunque permanece fuera de riesgo vital en la Unidad de Pediatría.
El comandante Cornejo manifestó que durante las pesquisas preliminares, no se encontraron registros de denuncias de violencia intrafamiliar por parte de la fallecida.
repatriación
Luego del femicidio, distintas entidades comenzaron a realizar trámites tales como la repatriación del cuerpo o la tutela de la menor, hasta que logren ubicar a su padre.
La gobernadora de Antofagasta, Fabiola Rivero, detalló que en 2014 activaron el trabajo con los cuerpos consulares en la ciudad, por lo que existe una comunicación directa que fue aplicada en este caso.
"La abogada de la unidad de Extranjería e Inmigración se puso a disposición del juez de Familia, para facilitar todo lo que corresponda desde el punto de vista migratorio, ya que la niña víctima es española. El objetivo es que no tenga ninguna dificultad para salir del territorio nacional, si el tribunal así lo determina", sostuvo la gobernadora.
El caso quedó en manos del fiscal Rodrigo Cusó, quien ordenó la investigación a la Brigada de Homicidios de la PDI. En tanto, el Juzgado de Familia resolvió dejar a la menor que permanece en el hospital bajo la protección del Sename.
La víctima de 31 años era de Santa Cruz y tiene familiares en Santiago, mientras que el padre de la niña es un ciudadano español, quien ya está siendo contactado. Los cuerpos fueron derivados al Servicio Médico Legal, a la espera de que la Fiscalía autorice su retiro.
La muerte de la boliviana Sarah Luján Jiménez (31) a manos de su pareja durante la madrugada de este miércoles, se transformó en el primer caso de femicidio en la región en este año.
Para Marianne San Francisco Cerezo, directora del Sernam en Antofagasta, estos dramáticos casos podrían disminuir si la comunidad denunciara los casos de violencia intrafamiliar.
¿Qué información maneja sobre este femicidio?
-Es el primer caso de femicidio este 2015, el año pasado hubo uno en Calama, por lo que lo lamentamos profundamente. La información que tengo es que no existían medidas cautelares vigentes ni denuncias. Activamos todo el protocolo, como por ejemplo, para que el Sename acuda en ayuda de la menor.
Fueron vecinos los que denunciaron tras escuchar gritos, pero, seguramente no era la primera vez que ocurría algo así, como en todos los casos de femicidio...
-Lo más probable es que no fuera el primer episodio de violencia, lo más probable es que existiera un circuito de violencia que nadie se atrevió a denunciar. Por eso ese es nuestro llamado, esto es algo de la comunidad, todos somos responsables de denunciar
Muchas veces las afectadas no denuncian por temor a perder a su pareja o quedar sin el ingreso económico del hogar...
-Los llamados a denunciar son quienes estamos en el contexto, amigos, familiares, compañeros. Hay que estar atentos a las señales de violencia que entregan las mujeres, ya que muchas demoran en reconocer que son víctimas de violencia y para eso tenemos centros de ayuda o podemos derivar los casos.
Según las estadísticas del Sernam, el año pasado hubo solo un femicidio, ocurrido en Calama. Sin embargo, en lo que va del año ya hay cuatro casos de femicidios frustrados y lo más preocupante, es que dos de las afectadas no quisieron denunciar a sus parejas.
¿Es beneficioso para el Sernam que aumenten las denuncias?
-Las denuncias dependen de cada caso, pero vemos un leve repunte en ellas. Para nosotros que suban estas estadísticas es bueno, porque lo consideramos como que las mujeres se están atreviendo.
Cuando se elevan las cifras de Carabineros, lo tomamos como un factor positivo y ahí estaremos para apoyar.
Luis Alberto Candia Álvarez, de 44 años, fue quien la madrugada del miércoles asesinó con un cuchillo a su pareja, hirió a la hija de ésta y luego se suicidó. Candia trabajaba como conductor de un taxibús de la línea 109 y tenía una condena por abuso sexual contra una niña de seis años. El hecho ocurrió el 20 de octubre de 2013 en el sector de los condominios Bonasort, en el sector norte de Antofagasta. Allí fue denunciado por realizar tocaciones a una menor, quien era su vecina. Estuvo 60 días en prisión preventiva y al momento de cerrar la investigación, admitió su responsabilidad en lo sucedido, por lo que se realizó un procedimiento abreviado. Fue condenado a tres años de presidio menor en su grado medio, lo que cumplía con una pena remitida. Para acceder al beneficio de cumplir la condena en libertad, lo sometieron a peritajes, que determinar que estaba apto para el beneficio.
Un caso similar ocurrió en noviembre de 2014 en Calama, el que además fue el único femicidio ocurrido en la región. Carlos Segundo Campos González, (49), tenía prohibición de acercarse a su esposa y cinco hijos, por una acusación de abuso sexual contra una de las menores de 10 años. Además había una denuncia por violencia intrafamiliar. En la población 23 de Marzo Campos y Vannia Monsalves Monsalves (27) tuvieron una discusión y agresor la amenazó con un arma de fuego. La víctima trató de huir y el sujeto le disparó, aunque logró evadir el tiro. Sin embargo, el victimario la siguió y le volvió a disparar, matándola en la calle. Al pasar los minutos y ver que su esposa no reaccionaba, Campos González decidió percutar otra tiro en su cabeza, muriendo instantáneamente. Existía una orden judicial que le impedía al fallecido acercarse a Vannia Monsalves, ya que la había amenazado con una pistola.
El 27 de julio de 2012, en el sector norte de Antofagasta, una mujer de 30 años y dos de sus hijos fallecieron en un incendio. Las víctimas fueron identificadas como Daisy Carola Maulén Gamboa (30), sus hijos Maximiliano Juica Maulén de 6 años y Vanessa Pastenes Maulén, de 14. El incendio afectó a la vivienda de dos pisos y según los vecinos, no fue posible prestar ayuda, ya que Cristian Juica, la pareja de Daisi, lo impidió. Solo un menor de cuatro años alcanzó a escapar del fuego, quien salió por el patio trasero de la casa con la ayuda de un vecino. Los residentes del sector relataron que la fallecida tenía problemas de convivencia con su pareja y eran frecuentes los episodios de violencia intrafamiliar. Sin embargo tras ir a juicio, Juica fue condenado por tres homicidios simples, ya que en ninguno de los dos procedimientos (uno fue anulado), pudo comprobarse que fuera él quien inició el fuego en la casa. La condena fue por homicidio por omisión, ya que el imputado impidió que prestarán ayuda a los fallecidos.
4 casos
de femicidio frustrado se registran en Antofagasta en lo que va del año. En dos de estos hechos, las afectadas fueron extranjeras que no quisieron denunciar a sus parejas.
40 femicidios
ocurrieron en el país en durante 2014. Los casos son recibidos por el Sernam, que en lo que va del año, ya que tiene 12 mujeres asesinadas por sus parejas.
2010 año en que
hubo la modificación del Código Penal sobre violencia intrafamiliar, estableciendo el femicidio como figura legal, lo que aumentó las penas para quienes cometen este delito.