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Históricos del CDA y Cobreloa juegan sus cartas por lo que pasará el sábado

clausura. Exfinalistas de la Copa Libertadores dicen que el equipo naranja debe apelar a las hazañas de entonces, mientras exalbicelestes creen en la seguridad de sus 4 puntos de ventaja.
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Antes de un partido está permitido especular, sobre todo si es clásico, más si es decisivo para los rivales. Importante es que se digan cosas afines a esos 90 minutos que los más fanáticos esperan con ansias y nervios.

Es obvio que apuntamos al encuentro que el sábado, desde las 16 horas, en el nuevo Estadio Municipal "Zorros del Desierto" de Calama, animarán los comprometidos elencos regionales Cobreloa y Deportes Antofagasta.

Valor agregado será la inauguración de ese hermoso recinto futbolero para 14 mil espectadores, aunque hasta el momento está en veremos (ver página 18).

caras de susto

La situación que viven los dos clubes no es nueva y todo producto de las malas administraciones que han tenido en los últimos años. Peleas dirigenciales internas y malas contrataciones es la tónica que en este momento aflora, a tres días del crucial cotejo.

La cara más asustada pertenece a la institución naranja, otrora gloriosa hasta decir basta, incluso con sueldos en dólares y dos finales en la Copa Libertadores de América.

Su miedo proviene de la paupérrima campaña de los últimos campeonatos, que lo tiene como el segundo cuadro más cercano al descenso, después de Barnechea, que ya es parte de la Primera "B".

A Cobreloa, en las mismas condiciones numéricas le acompaña Ñublense, que en las fechas recientes aflojó, reemplazando al CDA, que con dientes y uñas logró zafarse del "trío de la muerte".

Para ello, el plantel albiceleste aprovechó la última jornada: ganar de visita y agradecer que los demás resultados fueron solidarios con el 2-0 que le hizo a Wanderers.

La escuadra del desierto está obligada a vencer para acortar a uno los 4 puntos que la separan de su similar de la costa.

Otro resultado prácticamente salvará al escuadra "Puma" y hará llorar con recriminaciones sin fin a los calameños.