"En Centinela vamos a impulsar uno de los mayores proyectos mineros privados"
La materialización en la Segunda Región de uno de los proyectos mineros privados más importantes del último tiempo confirmó el presidente ejecutivo de Antofagasta plc, Diego Hernández.
En entrevista concedida a este Diario, Hernández detalló que la iniciativa Desarrollo Minera Centinela (DMC) considera sumar a la actual operación dos nuevos rajos (Esperanza Sur y Encuentro sulfuros), una nueva planta concentradora y un depósito de relaves espesados adicional, lo cual requerirá una inversión de unos US$ 3.350 millones y la contratación de unas 9 mil personas en su etapa de construcción.
¿Cómo evalúan los primeros meses de operación de Centinela tras la fusión Esperanza - El Tesoro?
-Hemos ido cumpliendo todos los objetivos en forma progresiva, de acuerdo al plan. Minera Centinela nos permite tener un modelo de negocios unificado, que nos ayuda a capturar sinergias, con una gran visión de futuro, para desarrollar uno de los distritos mineros de cobre más importantes de Chile. Hemos ganado eficiencia y competitividad, lo que nos permite ahora pensar en ampliar sus operaciones y extender su vida útil. Por supuesto que esto no sólo beneficia al Grupo Minero, sino también a la región y al país.
¿Qué beneficios trajo o traerá a la compañía?
-La creación de Centinela permite que sus yacimientos sean más competitivos, lo que es muy relevante en un escenario inestable del precio del cobre. Por ejemplo, unificar el sistema de abastecimiento ayuda a obtener mejores condiciones en los contratos de bienes y servicios. Y podemos planificar su desarrollo y crecimiento con una mirada distrital.
¿Qué proyectos tienen previstos para desarrollar Centinela?
-Queremos impulsar uno de los mayores proyectos mineros privados que se va a realizar en Chile en los próximos años. En las próximas semanas vamos a ingresar al Sistema de Evaluación Ambiental el proyecto DMC, el que nos va a permitir en el mediano plazo duplicar su capacidad de procesamiento de mineral, para llegar a una producción anual de 400 mil toneladas de cobre, además de extender la vida útil de este distrito minero hasta 2056.
El proyecto, que se va a ejecutar en dos etapas, considera abrir dos nuevos rajos y construir una nueva planta concentradora, además de ajustes en las actuales instalaciones de su sector muelle en caleta Michilla. Vamos a seguir usando agua de mar sin desalar y la tecnología de relaves espesados, además de integrar progresivamente el uso de energías renovables no convencionales.
¿Qué inversión requieren y cuál sería su producción?
-La primera etapa del proyecto, que esperamos poner en marcha en 2019, significará una inversión cercana a los US$ 2.700 millones y permitirá agregar 140 mil toneladas de cobre fino. La segunda (US$ 1.650) debería iniciar su producción en 2024 y sumaría otras 60 mil toneladas. De esta forma, Centinela se va a transformar en uno de los tres mayores productores de cobre de Chile.
comunidad
¿Cómo se proyecta la apertura de nuevas plazas laborales y la generación de oportunidades de desarrollo para las comunidades?
-En su primera etapa, DMC generará hasta 9 mil puestos de trabajo durante el proceso de construcción, que si avanzamos rápido podemos iniciar durante el segundo semestre del 2016. En su operación requerirá de una dotación adicional de 2.700 personas, entre trabajadores propios y contratistas. Queremos privilegiar la contratación de personas de las localidades cercanas al proyecto y de la región, como una forma de seguir contribuyendo con las comunidades que nos acogen.
En este sentido, el proyecto DMC considera también la implementación de una serie de iniciativas de inversión social, capacitación de mano de obra local, desarrollo de proveedores, programas de becas, conservación patrimonial y mejoramiento de infraestructura local, que ayudarán a generar valor y mejorar la calidad de vida de nuestros vecinos.
¿Están implementando planes de contención de costos asociados a reducción de personal propio? ¿Tienen previsto hacerlo?
-Como todas las empresas mineras, estamos impulsando iniciativas para disminuir nuestros costos y, de esta forma, estar mejor preparados frente a la baja en el precio del cobre. Tenemos que hacer esfuerzos para ser más eficientes y productivos, pero esto no implica una reducción de personal, más allá de los ajustes normales de cualquier empresa. Al contrario, la calidad de los trabajadores y profesionales de Antofagasta Minerals, su compromiso con el Grupo, son factores muy importantes que debemos cuidar, porque nos permiten ser más competitivos y seguir creciendo.
¿Cómo avanza el plan de egreso en Michilla y cuándo debería quedar finiquitado?
-El plan de egreso se está realizando de acuerdo a lo que informamos a las autoridades, a los empleados y supervisores en noviembre de 2014 y debe terminar a fines de este año. No ha sido un proceso fácil, nos duele tener que dejar de operar Michilla, porque es parte fundamental de la historia del Grupo. Hemos actuado con el máximo cuidado posible, con el mayor respeto por las personas, pero el agotamiento de los minerales no nos permite seguir realizando minería a gran escala, que es donde nosotros somos más eficientes.
¿Hay negociaciones para vender Michilla?
-En el lugar hay recursos mineros que pueden ser interesantes para una empresa especializada en mediana minería. Una vez que completemos nuestro plan de término de operaciones y con condiciones más favorables del mercado, es posible que surja interés de alguna empresa especializada en mediana minería.
¿Qué estado de avance presenta Antucoya?
-La construcción ya está terminada de acuerdo a lo que teníamos planificado y estamos iniciando su puesta en marcha. Esperamos producir muy pronto el primer cátodo, durante 2016 Antucoya debería estar produciendo de acuerdo a su capacidad nominal y generar 85.000 toneladas de cobre en cátodos.
el mauro
¿Es viable un proyecto como Los Pelambres si la justicia mantiene la decisión de demoler el tranque El Mauro?
-No, no es viable. Tenemos que esperar la definición de los tribunales antes de saber si podemos pensar en nuevas inversiones para minera Los Pelambres. Por eso, hemos decidido concentrar nuestros esfuerzos y energías en la ampliación de Centinela y presentar un proyecto para aumentar de manera considerable su producción.
¿Qué impacto tendría en el grupo y en la minería nacional el cierre de una operación como Los Pelambres?
-Sería un hecho muy grave para todos, porque el tranque El Mauro y minera Los Pelambres cumplen con la legislación y con cada una de las normas ambientales que rigen su operación, y de acuerdo a altos estándares internacionales. Así lo han certificado distintas inspecciones realizadas por los organismos competentes, como Sernageomin o la Dirección General de Aguas, sin que jamás se haya detectado un condición de riesgo del tranque.
Es más, ninguno de los fallos judiciales ha dicho que El Mauro esté incumpliendo la legislación chilena o esté operando de manera deficiente. Es decir, si se ordena la demolición del tranque, el mensaje a la minería y a los inversionistas es que en Chile no basta con cumplir las leyes y normas que nos rigen. Por supuesto, eso genera incertidumbre y desincentiva la inversión.
¿Cómo avanzar hacia una mejor relación con las comunidades cercanas a las operaciones?
-Más allá de cumplir con las normas y las leyes, tenemos que hacer un cambio profundo en la forma como nos relacionamos con las comunidades. No siempre hemos sido capaces de integrarnos con nuestros vecinos y, en muchos casos, hemos sido lentos en ponernos al día con lo que esperan de nosotros. Por eso, antes de presentar el estudio de impacto ambiental del proyecto DMC, decidimos iniciar un proceso participativo y abierto para que los habitantes de María Elena, Sierra Gorda y Mejillones, conozcan el proyecto, nos puedan plantear sus dudas y hacer sugerencias.
¿El Estado está haciendo lo necesario para garantizar la inversión minera en el país?
-Los cambios en nuestra sociedad también están generando influencias sobre el Estado, que al igual que las empresas, debe ponerse al día. Existe desconfianza hacia los distintos organismos públicos, desconfianza que yo creo no es justificada, porque Chile no es un país corrupto, sus funcionarios y profesionales públicos son honestos. Pero, más allá de si existen razones, el Estado y todos nosotros debemos hacernos cargo de esta desconfianza y revisar la forma cómo se aprueban las grandes inversiones, entre ellas los proyectos mineros. Debemos ser capaces de asegurar que las inversiones que sean aprobadas y cumplan las normas, no sufran constantes cuestionamientos.
¿Cómo visualiza la competitividad de la minería nacional en comparación a países emergentes como Perú?
-Nosotros hemos perdido competitividad, especialmente por las dificultades que tenemos en energía, tanto en costo como en disponibilidad. Además, en los últimos años se han impulsado distintas iniciativas legales y regulatorias que, de una u otra forma, dificultan el desarrollo de la minería. Entonces, hoy es más difícil hacer minería en Chile.