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Viernes Santo

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En mi infancia, el Viernes Santo era un día de silencio, una pausa de recogimiento, en la que sólo cabía el paso de una idea: Jesús moriría por los hombres, para redimirlos con el fuego de Sus llagas y Su sangre.

Abuelita Delfina, de poderlo, habría impedido hasta el canto de canarios. Gozosos, picoteaban las horas y trinaban, tal si fuesen dorándolas y embelleciéndolas. Refugiado en el patio de la casa, sabía yo que, entonces, ni el juguete ni la golosina podían tocar mis manos. Las cruzaba para sumergirme en aquel drama que nos entristecía, procurando comprender qué sombras caían sobre la Tierra y qué soledad nos invadía a los hombres.

Pasaba el día quieto y lento. Cuando las primeras estrellas se encendían, Abuelita Delfina reunía sus hijos. Sentándome junto a ella, leía pasajes del Evangelio y nos invitaba a la oración. Enseguida, rodeaba a la casa completa melancolía: nadie decía palabra. Tras esta obra de verdadera desolación, nos retirábamos a vivir cada uno nuestra viva tristeza cristiana.

El Sábado de Gloria, yo despertaba con el júbilo de las campanas y en los rostros de la familia surgía una fuerte alegría. Parecía que las paredes, las sillas, los cristales, el cielo, amanecían pintados de un delicioso matiz. ¡Cristo resucitado nos regalaba Su gloria!

Aquellos Viernes Santos eran de meditación. La santidad estaba en el corazón de las gentes. En su fondo, ninguna deseaba más ideal que el amor de unos y otros. La máquina de eso que llamamos progreso pasó por encima de los Viernes Santos lejanos, convirtiéndolos en diversión, sin que la figura de Cristo ocupe segundos del pensamiento. A la angustia por Jesús vinieron a suplir vacaciones "en nombre de Jesús"…

Vivimos el Viernes Santo sin santidad. Aunque aparezcamos como predicadores de aldea, pensamos que un poco de santidad conviene al hombre.

Guardamos una esperanza de paz, una inmarchitable ansiedad de concordia entre hombres y pueblos. Cuando la Humanidad logre tanta ventura del ser, Cristo Vivo será más vida plena en la sangre y en los surcos del mundo.

Jorge González permanece en la UCI en estado "de cuidado"

música. El exlíder de Los Prisioneros ingresó a una clínica el miércoles, donde se evalúa su condición de salud.

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Se había dicho que se trataba de una visita por un control de rutina. Pero ayer confirmaron que el músico Jorge González permanece internado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de la Clínica Santa María, donde se evalúa su condición de salud.

Según se informó ayer, el estado de salud del artista no habría mejorado desde que ingresó a la clínica la tarde del miércoles.

La institución privada de salud dio cuenta de la situación de González a través de un parte médico en el que señalaron que el intérprete se encuentra en la UCI del recinto "para reevaluar su condición de salud".

Según comunicó la clínica, la situación de González "ha requerido la participación de un equipo de varios especialistas", quienes le habrían estado realizando exámenes médicos para determinar las condiciones del músico que sufrió un infarto vascular en el cerebelo a comienzos de febrero.

Poco tiempo después de que se le diera el alta, González fue visto caminando con dificultad en distintos lugares de Santiago. Sin embargo, desde la clínica privada señalaron que "el estado actual del paciente es de cuidado".

La institución de salud no entregó más detalles sobre el estado de salud del músico, argumentando que el diagnóstico es reservado "a solicitud del Sr. González y su familia".

El miércoles, cercanos al artista, como el músico Gonzalo Yáñez, habían asegurado que se trataba de un control rutinario y que no había nada grave asociado a la llegada de González a la clínica capitalina.

El exlíder de Los Prisioneros sufrió un infarto al cerebelo luego de una presentación en la Región del Biobío.

El ACV El 8 de febrero, el artista fue hospitalizado luego de un show en el Biobío y se le diagnosticó un infarto.

Aparición pública Un mes después se le vio caminando con gran dificultad por las calles de Santiago, acompañado por una mujer.

Hospitalización El miércoles, González llegó hasta la Clínica Santa María, donde permanece internado en la UCI, según la institución.