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Avión siniestrado: investigadores no descartan aún fallas técnicas

francia. Pese a la fuerza que ha tomado la tesis de que el copiloto habría provocado el accidente del avión de Germanwings, los expertos aún analizan la hipótesis de problemas técnicos en la tragedia.

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A pesar de que la principal hipótesis para explicar el siniestro del avión de Germanwings ha apuntado a la posible participación del copiloto de la aeronave, Andreas Lubitz, el general Jean-Pierre Michel, jefe de los investigadores franceses, aseguró ayer que no han descartado aún las otras posibles causas, entre ellas las fallas técnicas.

"Aunque evidentemente hay que ser capaz de establecer prioridades en una investigación para darse el máximo de posibilidades de resolverla, no tenemos el derecho de descartar el resto de hipótesis, incluida la mecánica, hasta que no se haya demostrado que el aparato no presentaba ninguna dificultad", indicó.

ANÁLISIS

Michel, insistió en unas declaraciones difundidas por la cadena "BFM TV" en que todavía no disponen de todos los elementos técnicos sobre lo sucedido y en que el análisis de la segunda caja negra, si esta llega a encontrarse, será especialmente "esclarecedor".

El general francés hizo hincapié en que es la policía alemana la principal encargada de las investigaciones, pues es esa la nacionalidad de la aerolínea. "El avión pertenecía a una compañía alemana con tripulación y cierto número de víctimas alemanas, por lo que la policía alemana se ve directamente afectada", añadió Michel, que aseguró que Francia va a colaborar con ella "con total transparencia".

La información que consiga Francia, según indicó, será transmitida a Alemania "y viceversa", lo que permitirá ajustar la investigación conjunta en función de los elementos disponibles.

Por otra parte, además de los antecedentes psiquiátricos que tenía Lubitz, ayer el diario estadounidense The New York Times aseguró que el hombre de 27 años sufría problemas de visión que podrían haber puesto en peligro su trabajo.

Según el medio, que cita a dos funcionarios con conocimiento de la investigación, Lubitz buscó tratamiento para esas dificultades, sobre las que tampoco habría informado a la aerolínea, tal como lo habría hecho con sus problemas psicológicos.

Por ahora, no está clara la gravedad de los problemas o si podían estar vinculados a su situación psicológica, indicó The New York Times, que añade que las autoridades no han descartado la posibilidad de que los problemas de visión pudiesen ser psicosomáticos.

La Clínica Universitaria de Düsseldorf informó que Lubitz había sido evaluado en sus instalaciones por última vez el 10 de marzo. En un comunicado, la clínica calificó el viernes de "incorrecto" que Lubitz fuera tratado por depresión e indicó que había acudido al centro para contrastar diagnósticos.

Consultada por The New York Times, una portavoz del centro no quiso comentar ayer si el copiloto había presentado problemas de visión, alegando las leyes que protegen la privacidad de los pacientes.

La fiscalía de Düsseldorf informó del hallazgo en uno de los domicilios registrados de Lubitz de distintos documentos médicos, incluida una licencia rota vigente el día de la catástrofe.

Por otra parte, la Oficina Federal de Aviación de Alemania informó ayer que ha inspeccionado el expediente del copiloto.

Según los investigadores franceses, el joven se encerró en la cabina y provocó deliberadamente el accidente.

Francis Kefer, del club de vuelo de la localidad francesa de Sisteron, aseguró ayer que el copiloto viajó a menudo de adolescente a la zona del siniestro, en los Alpes franceses.

Una mujer que dice haber sido novia de Andreas Lubitz dijo que el joven estaba en tratamiento psiquiátrico y que más de una vez le había dicho que haría algo por lo que todo el mundo lo conocería. "Cuando oí lo de la catástrofe, me vino una y otra vez a la mente una frase que decía: 'Un día haré algo que cambiará todo el sistema y entonces todos conocerán mi nombre y lo recordarán'", afirmó la azafata, de 26 años al diario "Bild". La mujer dijo que Lubitz sufría pesadillas y se despertaba por la noches gritando que se iban a estrellar.