Secciones

Isla del Sol

E-mail Compartir

El recuerdo se estableció con fuerza al ver la contratapa de El Mercurio del miércoles 4 de marzo. La Isla del Sol inserta en medio del Lago Titicaca, es complejo constatar su belleza en fotografías porque escapa a todo registro humano.

Deslumbró al cineasta Jorge Sanjinés Aramayo en 1965 y la isla fue parte del ambiente de su mediometraje "Aysa", (en aymara para "Derrumbe"), la "primera aproximación de Sanjinés al mundo minero", como lo consigna el estudioso boliviano, Alfonso Gumucio en su obra "Historia del Cine en Bolivia" (Editorial Los Amigos del Libro. La Paz-Cochabamba. 1982).

Para quienes deseen profundizar el conocimiento de Sanjinés deben leer "La Aventura del Cine Boliviano", de Carlos Meza Gisbert (Editorial Meza Gisbert. La Paz, Bolivia. 1986).

Los que tengan memoria no habrán olvidado el cine arte del Club de Cine Calibre 16 de la Universidad del Norte y sus proyecciones en Sala Ercilla (creada por Sabella) en 1972. Allí en calle Prat, donde hoy un banco ofrece sus bondades, fue proyectada "Aysa" en 1972 junto a la pétrea belleza de "Ukamau" (Así es), también de Sanjinés. Con la inquieta laboriosidad de Manuel Vega Olivares desarrollamos ese proyecto inolvidable.

En febrero de 1993, navegando por el lago Titicaca, desembarcamos en la Isla del Sol con la periodista Pilar Clemente, con incontenible emoción recorrimos los parajes que ya habían diezmado los actores bolivianos Benedicta Huanca y Vicente Verneros 28 años antes. En una isla desierta reviví a Pilar el filme que habíamos proyectado en Antofagasta hacía 21 años.

El sol altiplánico y el viento eran nuestros acompañantes en los estrechos senderos de los acantilados de esa isla que Peter Jackson habría incorporado a sus zagas imaginativas de cineasta neozelandés.

La Sala Ercilla en una Antofagasta de vigorosa interculturalidad; "Aysa"; mi amigo Manuel; la Isla del Sol acariciada con Pilar estuvo en mi libre memoria ese día miércoles 4 de marzo por esa contraportada de un diario regional.

Policía brasileña destapa nuevo caso de desfalco millonario

crisis. Banda es sospechosa de desfalcar en 6 mil millones de dólares a Estado mediante la elusión de impuestos.
E-mail Compartir

La Policía Federal de Brasil realizó ayer una operación para desarticular una banda sospechosa de haber causado daños millonarios a las arcas públicas en un departamento dependiente del fisco.

El desfalco comprobado por las investigaciones asciende a 5.700 millones de reales (unos 1.780 millones de dólares), pero la Policía sospecha que los daños al erario público pueden elevarse hasta 19.000 millones de reales (casi 6.000 millones de dólares), según un comunicado oficial.

La banda es sospechosa de manipular a favor de intereses privados los procesos del Consejo Administrativo de Recursos Fiscales (CARF), el departamento de la Receita Federal (fisco) encargado de multar a los defraudadores de impuestos.

La Justicia emitió 41 mandatos de búsqueda y aprehensión contra los sospechosos de colaborar en las corruptelas en los estados de Sao Paulo, Ceará (noreste) y en Brasilia en una operación en la que participaron 180 agentes de la Policía Federal y otros 55 fiscales de la Receita Federal.

Los integrantes de la banda supuestamente trataban de corromper los funcionarios del CARF para conseguir que anularan o rebajasen las multas a los defraudadores de impuestos.

Las investigaciones, iniciadas en 2013, descubrieron que los funcionarios filtraban informaciones privilegiadas a oficinas de asesoría, consultoría o abogacía en Brasilia, Sao Paulo y otras ciudades para que estas captaran a empresas interesadas en recibir "facilidades" en los juicios del CARF, según la nota.

Entre otros servicios, se ofrecía la manipulación de los procesos, la concesión de pedidos de aplazamiento y la obtención de fallos favorables en los autos de infracciones tributarias.

El grupo supuestamente se servía de terceras empresas para disimular sus acciones y el flujo del dinero, que era lavado y recuperado por las empresas como patrimonio aparentemente lícito.

Este nuevo caso ha sido destapado en plena crisis política en Brasil por el gran caso de corrupción en la petrolera estatal Petrobras que, del mismo modo, ocasionó el desfalco de miles de millones de dólares de las arcas públicas.

El caso Petrobras, que está siendo investigado desde hace un año, se refiere al amaño de contratos de la petrolera con decenas de proveedoras de servicios y el reparto de sobornos millonarios a políticos y partidos, en su mayoría de la base del Gobierno de la presidenta, Dilma Rousseff.

Esa investigación ha salpicado a cerca de 50 políticos, además de varios ejecutivos de la petrolera y otras empresas, y ha erosionado rápidamente la popularidad de Rousseff.