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Taltal partido en dos por colapso de piscinas aluvionales en quebradas

Aludes. Calles enteras fueron arrasadas por el barro. 3 mil personas afectadas por aguacero.
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"Ya que usted está todo embarrado, le muestro cómo quedó mi casa por dentro", dice Carmen Peña, vecina de calle Progreso, una de las más dañadas con el alud que ayer partió en dos a Taltal. "Tome esta cuerda para que no se caiga", agrega.

La cuerda cruza de extremo a extremo la calle y está amarrada a dos postes de luz. Afirmándose de ella es la única forma en que Carmen tiene para volver a su hogar sin peligro de quedar enterrada en el barro, aunque a medida que el día avanza, el sol seca y endurece la mezcla de arena, piedras y agua.

En la puerta de lo que queda de su casa está su esposo, Juan Villalobos, tratando de cavar un zanja para colocar otra vez la puerta y evitar así que el barro siga entrando. Parece una tarea inútil. A cada palada que da, el barro vuelve a tomar su lugar.

El dormitorio es similar a un barco que acaba de volcar. La cocina está destruida y en el caso del baño es mejor ni siquiera abrir la puerta.

Juan explica que los vecinos estuvieron toda la noche intentando proteger sus casas con sacos de arena que dispusieron a la entrada del pasaje, pero en la mañana el aluvión pudo más, sobrepasó las contenciones y entró como una marejada arrasando con al menos ocho viviendas.

"Yo salí en pijama", añade Carmen, mostrando su tenida embarrada y sonriendo. Se puede perder todo, menos el buen humor.

causas

Mientras las causas del desastre son claras -las piscinas aluvionales no pudieron contener toda el agua caída-, las responsabilidades son difusas.

Sergio Arancibia, vecino de la misma calle, menciona que es la tercera vez que sufren de inundaciones, aunque nunca como la de ahora. "Habíamos pedido desde el alcalde anterior, que nos construyeran una muralla, pero no nos hicieron caso", sostiene mientras mira la camioneta que yace enterrada en las afueras de su casa, como un bote varado.

En la calle Eusebio Lillo, paralela a Progreso, el panorama tampoco es alentador. Ahí el aluvión afectó a decenas de familias.

Aparicio Pinto vive en una de las casas en que se perdió todo. En la tarde de ayer el agua seguía bajando como un río y entrando a su vivienda, donde ya le llegaba al ombligo. "A las 10 de la noche (del miércoles) empezamos a luchar contra el agua, todas las casas hasta el mar están con problemas, mi vecina incluso se tuvo que ir, porque su casa está igual que la mía y ella está embarazada. Nosotros perdimos todo lo que estaba de la ventana hacia abajo".

rescate

Dos casas más hacia el oeste, un grupo de vecinos trata de rescatar algo con pala en mano. "Mi hijo está en Santiago y vio lo que ocurrió en la tele y quiere volverse. Yo no quería que viera esto, porque juega en los cadetes de Santiago Morning y no puede dejar todo botado", dice Tepsy Ramírez, una de las habitantes. Tepsy agrega que nunca había visto que pasara algo así después de toda una vida en Taltal. "Las piscinas aguantaron y aguantaron y al final se desplomaron todas juntas y eso fue mucho peor. Perdimos camas, el living, refrigerador y una congeladora porque mi marido trabaja con mariscos... casi todo".

Afectados

Aunque al cierre de esta edición sólo había una decena de albergados en el colegio que habilitó para esos efectos el municipio de Taltal, los daños en esa comuna hacen suponer que la cifra subirá. Según la casa edilicia, los afectados sumarían 2.500, pero la mayoría decidió quedarse en sus casas a cuidar sus pertenencias o se trasladaron a viviendas de familiares.

Las zonas más dañadas por el aluvión fueron calles Bilbao, Progreso, Sady Zañartu y Eusebio Lillo, en la zona centro norte de Taltal y justo bajo las piscinas aluvionales. A las 19 horas de ayer el Ejército había dispuesto la evacuación de 20 familias de esta zona de manera urgente. Además se programó la apertura de dos nuevos albergues y comenzó la entrega de colchonetas y frazadas.