Aclarado misterio de las cabinas telefónicas: diseño tiene 10 años
angamos. Proyecto ideado en la época del exalcalde Adaro, no fue actualizado por el municipio.
Hace 10 años los antofagastinos aún usaban teléfonos públicos y era común encontrar una cabina en cada esquina, pero con la aparición de los celulares, esos tradicionales espacios desaparecieron paulatinamente.
Por eso cuesta entender que hoy, y como parte de la remodelación de Avenida Angamos, el municipio haya instalado siete cabinas entre calle Borgoño y el Parque Japonés.
La explicación a esta extraña decisión la entregó el arquitecto César Rojas, quien participó en el desarrollo conceptual del proyecto, nada menos que hace diez años.
En efecto, según cuenta el profesional, el diseño de la remodelación Angamos fue encargado a una consultora externa de arquitectura, durante la administración del ex alcalde Daniel Adaro Silva.
El problema, añade Rojas, es que la iniciativa no se ejecutó de inmediato y cuando finalmente se tomó la decisión de concretarla, el año 2012, nadie reparó en la presencia de las cabinas telefónicas.
"El proyecto original sufrió muchas modificaciones, pero éstas no se hicieron de manera lógica", argumentó Rojas, quien en esa época trabajaba en la citada consultora.
MOBILIARIO
César Rojas explicó que la propuesta original incluía áreas verdes con flora autóctona, pisos de otra materialidad y mobiliario urbano de hormigón, además de las cuestionadas casetas telefónicas.
"Las modificaciones que se hicieron fueron a nivel de imagen y no del uso del espacio y la arquitectura del proyecto, donde las casetas que incluimos en esa época estaban justificadas", argumentó.
Para el profesional, la presencia de tales elementos "ensucia el paisaje" y habla de la incapacidad de los entes pertinentes de actualizar los proyectos antes de ejecutarlos.
Además lamentó que se encarguen diseños a oficinas externas y luego éstos no se ejecuten oportunamente.
"El municipio hace encargos bajo una administración y no se ejecutan en la misma época. Luego viene otra administración que no aprueba el diseño, porque no les gusta u otros motivos y los modifican sin considerar el contexto en que se ideó", indicó.
ANTIGUO
Claudio Quiquincha, jefe de proyectos de la Secretaría Comunal de Planificación, admitió que el diseño de Avenida Angamos tiene diez años y que fue realizado por una oficina externa de arquitectura.
También confirmó que fue proyectado para dar continuidad al circuito Prat, Matta y Parque Brasil y que las cabinas telefónicas son parte del proyecto original.
"El proyecto se gestionó hace varias administraciones y en ese momento se le consultó a las empresas de servicios si requerían mantener los teléfonos públicos. Las empresas respondieron que sí, y en virtud de eso se dejaron las cabinas telefónicas en los puntos donde se encontraban", afirmó.
El profesional dijo que el diseño no es responsabilidad de Secoplan y que las modificaciones fueron autorizadas por el gobierno regional, que aprobó el presupuesto para su ejecución (FNDR).
"Cuando el proyecto se aprobó (bajo la administración de la ex alcaldesa Marcela Hernando), ya no se pudo cambiar porque venía con una resolución aprobada para gestionar los recursos", aclaró.
Por otra parte, Quiquincha dijo que las actualizaciones que se pueden realizar a los proyectos no consideran la cantidad de mobiliario.
"Si revisas el proyecto original, se mantuvo la misma cantidad de mobiliario urbano. Eso ocurre porque se tiene que ejecutar la cantidad de elementos urbanos independiente que ya no se usen", aseguró.
EMPRESAS
El arquitecto de Secoplan precisó que el principal problema ahora es que las empresas telefónicas no han manifestado su interés por habilitar las casetas.
Por eso el municipio planteó al gobierno regional la posibilidad de retirarlas una vez que la empresa a cargo entregue la obra.
"Hoy no existe interés de las compañías por instalar los teléfonos, entonces la opción es retirarlas y a medida que las empresas de telefonía lo soliciten, entregárselas" explicó.
Ese escenario, sin embargo, no evita complicaciones y mayores costos para la empresa ejecutora de la obra.
Esto, porque, según reconoció el arquitecto municipal, la remodelación debe entregarse operativa en un 100%.
De esta forma, incluso si se optara por sacar las cabinas, la empresa igual debería primero repararlas, pues tal como están no pueden ser recepcionadas por la municipalidad.