A mediados de la semana fue conocido el nuevo fracaso en el Concejo Municipal de la licitación para el diseño construcción y operación del relleno sanitario de Chaqueta Blanca. Es el segundo proceso de un incordio cuyo gran perjudicado es la ciudad.
Es posible que Chaqueta Blanca sea uno de los tantos ejemplos de nefasta división ciudadana. Antofagasta no se une, colabora poco y pierde en su conjunto. El gobierno contra el municipio y viceversa, discusiones entre concejales que no enriquecen, sino que enfatizan posiciones que a pocos importan y no apuntan al gran objetivo de construir una ciudad amigable, limpia y de alta calidad de vida.
Pierde Antofagasta, su gente, en especial aquellos que habitan junto al vertedero de La Chimba y que día a día deben convivir con las quemas, malos olores y plagas.
El asunto tampoco es reciente. La licitación de Chaqueta Blanca siempre estuvo contaminada por las suspicacias y las acusaciones soterradas de acuerdos previos.
A esto se suman cuestionamientos que no son nada de livianos: la existencia de pedimentos mineros y las acciones emitidas por las empresas que quedaron fuera o decidieron no participar del último proceso.
Es cierto que el Municipio podría invocar la atribución exclusiva establecida en la Ley Orgánica de Municipalidades para aprobar el contrato con la empresa Santa Marta (ganadora del proceso), sin embargo, el futuro genera incertidumbres.
Pero más allá de eso, es simplemente lamentable la permanente desunión que tienen los líderes locales para trabajar en beneficio de la ciudad y aquí alcaldesa y concejales están permanentemente al debe. ¿Qué iniciativas en conjunto han propuesto? ¿Cuál es el espíritu de cuerpo que tienen? ¿Cuál es el trabajo permanente y sistemático? ¿Cuándo están por la defensa de los intereses de la ciudad?
En general los ediles están al debe y también la administración. Sólo así podría explicarse la falta de un camino claro para la ciudad, o al menos evitar los 'autogoles' y 'errores no forzados' que permanentemente observamos para mal de la ciudadanía.