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En Toronto le cae nieve a la minería

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La misma impecable organización. Y la misma nieve sobre Toronto.

Cientos de expositores esperando cerrar algún negocio en la PDAC 2015. Y al parecer seguirán esperando porque a pesar de haber decenas de proyectos mineros, los inversionistas escasean. Al conversar con algunos expositores, la mayoría preguntaba si en Chile había disponibilidad de energía para nuevos proyectos mineros, recursos hídricos suficientes para nuevos desafíos mineros y de qué se trataba la reforma laboral. Todos estos aspectos, hacen que los inversionistas comiencen a mirar hacia otros horizontes.

Y como no hay mucho dinero disponible en el ambiente para asumir cualquier riesgo, la competitividad crece. Los países están luchando por atraer a los inversionistas. Sorprendente la agresividad peruana. Y comienza a exhibirse un entusiasta Ecuador. Sus conferencias estaban repletas.

En el caso chileno, el stand fue el mismo del año pasado, pero con menor presencia empresarial. A pesar de un intenso despliegue de la ministra de Minería, Aurora Williams y del subsecretario, Ignacio Moreno, en los pasillos se escuchaba preocupación. No faltaba quien preguntaba por el impacto en las reformas y por las manifestaciones ciudadanas. Eso inquieta a los inversionistas y ciertamente impacta en la competitividad de Chile. En el caso de Antofagasta, estas señales seguramente nos van a llegar. Por ello, debemos cuidar uno de nuestros más importantes activos: la gobernabilidad y seguridad para la inversión extranjera. No debemos descuidar el diálogo transparente y respetuoso como principal herramienta de entendimiento.

Otro activo importante es el reconocimiento de la principal feria de negocios que se realizará en nuestro país este año: Exponor 2015. Fue fácil juntarse con ejecutivos de más 15 países y recibir las coordenadas de 40 diferentes ejecutivos. Especiales agradecimientos a ProChile, la Embajada de Chile en Canadá y a nuestra ministra. Todos ellos empujando por dar a conocer nuestra oferta de negocios para el mundo.

Todos esperan en Toronto que el clima cambie. Pero a la minería le sigue cayendo nieve.