¡Vuelta a clases, en espiritualidad!
Pareciera tan solo ayer cuando, Diciembre y sus bellos cánticos navideños, iniciaban la despedida del año escolar 2014 y las Familias calculaban sus posibilidades de vacacionar para renovar energía en el torbellino de la vida. Pero, más pronto de lo imaginado, Enero desapareció de las hojas del tiempo y Febrero avanza raudo por la misma huella de, ¡Adiós vacaciones!
Entonces, a prepararnos para continuar el viaje en los rieles del año académico 2015. En ese contexto, más allá del legítimo debate por las profundas transformaciones socio-educacionales, invito a todas las Comunidades Escolares que asumamos la gran tarea nacional de formar "seres humanos espirituales", con capacidad para, desde la bondad, la tolerancia y comprensión, formar una sociedad hermana, justa y cohesionada, hacia una vida feliz de sana convivencia universal.
Por ello, os invito, desde la diversidad, a hermanarnos en la discusión en el camino ascendente hacia la cristalización de nuestro sueño de país. La historia de la humanidad nos ha demostrado que, todo cuanto nos propongamos como seres humanos, es posible. Entonces, demos lo mejor de nosotros mismos, para dignificarnos y enaltecernos en la capacidad de educar en el amor, para incrementar la espiritualidad y avanzar hacia la iluminación personal y colectiva como región y país.
Recordemos que cada ser humano es inmortal, que existe más allá de nosotros mismos. Descubrámonos a sí mismos, seamos luz poderosa en bondad para inundar a cada célula, cada fibra y cada tejido; en la experiencia escolar del amor, en la delicadeza y la belleza de servir para una educación pública de calidad, de equidad e integralidad, al servicio de cada prójimo, para que pueda latir en su más elevada dimensión humana.
No olvidemos jamás que, mañana, en el viaje final, sea cual sea el camino elegido, todos llegaremos a los brazos de Él, al Dios y Constructor eterno y universal:
¡Es posible, hoy y siempre, desde la educación, ser y crecer como hermanos espiritualidad!