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Core aprobó nuevo cuartel de Bomberos en el sector norte

proyectos. Además se ampliará la telefonía satelital para protección civil.
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La construcción de un nuevo Cuartel de Bomberos para Antofagasta y la adquisición de 40 equipos de telefonía satelital de uso urbano y terreno extremo para las instituciones que conforman el sistema regional de protección civil, son las dos iniciativas recientemente aprobadas por el Consejo Regional.

El primer proyecto contempla la construcción de un parque y un cuartel de bomberos entre calles Arturo Pérez Canto y Félix García en el sector norte de la ciudad. El cuartel de bomberos estará especializado en primera intervención en accesos estrechos, con la posibilidad de atender incendios estructurales en calles y/o pasajes, apoyados por la Décima compañía.

parque

Además, se levantará un parque mirador con una plaza interior y áreas de equipamiento comunitario (salones multiuso y servicios higiénicos) para el uso de las organizaciones comunitarias del sector.

"Realizamos visitas al terreno donde estará emplazado, porque sabíamos que será tremendamente beneficioso para la comunidad del sector norte alto de la ciudad, porque no sólo contribuirá al déficit de cuarteles de bomberos del lado norte, sino que además, será un espacio recreativo para la familia. Así el Consejo Regional da una clara señal que no sólo aprobamos proyectos para el borde costero si no que también para el sector norte y norte alto de Antofagasta", indicó la Consejera y Presidenta de la Comisión de Sociedad Civil y Participación Ciudadana, Silvia Soto.

Dicho proyecto fue aprobado por un monto total del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) 2015 de M$2.484.128.

emergencias

En tanto, los nuevos equipos de telefonía satelital tendrán como destino la intendencia regional, las 3 gobernaciones, los 9 municipios, 8 cuerpos de bomberos y el Servicio de Salud. Además, incluye la instalación de 13 antenas para 13 instituciones.

"El año pasado la comisión de sociedad civil hizo observaciones al proyecto inicial, insistiendo, en la necesidad de contar con antenas para los teléfonos satelitales que permitieran la comunicación externa y en espacios cerrados de los equipos a fin de enfrentar una emergencia de manera optima. Los alcances fueron acogidos por la Onemi, por lo que, a partir de hoy contaremos con un sistema eficiente en toda la segunda región", comentó la consejera Silvia Soto.

La Reserva Nacional amenazada por vertedero

turismo. La denominada Quebrada La Chimba se encuentra bajo el cuidado de Conaf y está cerrada al público por la deplorable condición de su entorno, además del deterioro de su flora y fauna endémica por causa del basural municipal.

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A15 kilómetros al norte de la ciudad de Antofagasta, en los faldeos occidentales de la Cordillera de la Costa, un portón de grandes dimensiones resguarda celoso las 2.583 hectáreas del paraíso natural más diverso de la región.

Se trata de la Reserva Nacional La Chimba, administrada por la Corporación Nacional Forestal (Conaf) desde 1988.

El paraje durante décadas fue visitado por generaciones de antofagastinos que disfrutaron de largas caminatas entre quebradas de gran belleza escénica por la rica flora y fauna silvestre que dan vida a ese paisaje.

Hoy la reserva nacional, permanece cerrada por restauración de su ecosistema ya que a escasos metros de uno de sus accesos, toneladas de basura del vertedero muestran la peor cara de las gestiones municipales.

El director regional de la Conaf, Alejandro Santoro, explica que a pesar de los esfuerzos de esa institución y los distintos modelos operacionales que han aplicado, las amenazas a ese espacio natural siguen latentes.

La extensión del vertedero , la extracción ilegal de áridos, la proliferación de bolsas plásticas y los perros abandonados, generaron un deterioro progresivo de la reserva, asegura Santoro.

"El vertedero se extendió hasta el límite del acceso a la reserva, lo que generó un cuadro lamentable. También la delincuencia puso en riesgo la integridad de los guardaparques y visitantes. Nos robaron, trataron de incendiar la casa que teníamos e incluso en una ocasión la balearon. Por eso el año 1993 tuvimos que retirar el personal que resguardaba el lugar y operar desde las oficinas que tenemos en el Monumento Nacional La Portada".

Esas condiciones obligaron a sacar del circuito turístico a la Reserva Nacional La Chimba y el lugar de encuentro con la naturaleza, hoy ni siquiera es visitado por los grupos scout que acostumbraban realizar ahí sus actividades.

Principalmente, aseguró Santoro, porque sus visitantes tendrían que atravesar por el medio del vertedero para acceder a la reserva natural o bien rodearlo por el sector de las tomas y adentrarse por un camino ripiado.

Aunque no hay personal permanente de Conaf -aclara la autoridad- igual funciona un programa de patrullaje y monitoreo, el cual se mantiene hasta el presente y habría reducido en parte la ejecución de actividades incompatibles con la conservación de los recursos naturales insertos en el área.

"En especial hemos logrado controlar en cierta medida la extracción industrial de áridos y el depósito masivo de residuos líquidos y sólidos industriales, entre los factores más invasivos que amenazan ese ecosistema".

Desafíos

La Chimba y sus quebradas en términos de recuperación del ecosistema es un desafío constante para Conaf.

Esto por el deterioro sostenido a través de los años a los que se ha visto expuesta la reserva nacional.

En los años 50 el espacio era utilizado como área de pastoreo de ganado lo que generó una alteración de la flora, por lo que se observan rasgos de erosión del terreno que con los años se han agravado y contribuyeron a la desaparición del guanaco que ahí habitaba.

En ese sentido Santoro dijo que los esfuerzos apuntan a la recuperación de la formación vegetacional típica del "Desierto Costero".

"Tenemos grandes oportunidades de mejora y desafíos que atender, los cuales se podrán ir materializando a medida que se pueda erradicar el vertedero de la ciudad del actual sitio donde está localizado", señaló Santoro.

Para avanzar en ese desafío la institución impulsó trabajos para clasificar la flora y fauna en peligro.

Realizaron inventarios de las especies y estudios científicos para conocer los períodos de floración y regeneración de las plantas, así como también de las camanchacas que generan "lluvias horizontales" en el área y que mantienen la biodiversidad del lugar.

La tarea pasa también por regular el uso público del lugar, principalmente del turismo y recreación, dice Santoro. "Evitando que los visitantes que acceden al área protegida en busca de espacios naturales, generen un impacto negativo en el ambiente que se sume al gran daño provocado por el vertedero municipal".

Otro factor importante que está afectando al sector sería el cambio climático con periodos de franca sequía, condición que explicaría en alguna medida el estado actual de la flora.

" Esos cambios ambientales de gran escala significaron la mortandad de cactáceas y el deterioro en distintos grados, de la flora arbustiva y herbácea", señaló Santoro.

Pero a pesar del estado en que se encuentra, la quebrada de La Chimba sigue viva e intentando recuperarse de la acción del hombre.