La realización de exámenes de pelo y uña a los alumnos del jardín Semillita sigue siendo un punto de discordia entre el Ministerio de Salud (Minsal) y la Corporación Municipal de Desarrollo Social (CMDS).
La CMDS piensa realizar los estudios en un laboratorio privado cuyo nombre mantiene en reserva con el fin de detectar si existe acumulación de metales pesados en el organismo de los menores, pero desde la cartera de gobierno cuestionan fuertemente el desarrollo de estas pruebas.
En este contexto, ayer el subsecretario de Salud Pública, Jaime Burrows, anunció que los exámenes de pelo y uña no serán reconocidos como válidos por el ministerio, lo que significa que sus resultados no darán origen a decisiones médicas ni a cuidados especiales en el policlínico creado para atender a los niños expuestos a contaminación.
"Si los padres quieren hacer los exámenes, nosotros no podemos prohibirles que les corten las uñas y les corten el pelo a sus hijos, pero que les quede claro que para la autoridad sanitaria, que incluye tanto la Subsecretaría de Salud, como Redes Asistenciales y el Instituto de Salud Pública, esos exámenes no tienen una validez ni correlación clínica", indicó.
MUESTRAS
Jaime Burrows estuvo ayer en Antofagasta junto a la subsecretaria (s) de Redes Asistenciales, Gisela Alarcón, y el director del ISP, Roberto Bravo, dando cuenta de las medidas implementadas tras la detección de altos niveles de contaminación por metales pesados en las inmediaciones del puerto.
Entre sus anuncios estuvo la confirmación que los últimos exámenes de sangre tomados a niños de los jardines infantiles Los Pollitos y Semillita arrojaron bajos niveles de plomo, corrigiendo así lo detectado antes por el Departamento de Química de la Universidad de Antofagasta.
Cabe precisar que a mediados de enero la casa de estudios entregó los resultados de una batería de pruebas efectuadas a párvulos de ambos jardines, los cuales mostraron niveles elevadísimos de plomo en un alto porcentaje de los menores.
Ayer Burrows explicó que pruebas realizadas por el ISP para verificar tales valores demostraron que se cometieron "errores en el procesamiento" en el laboratorio de la universidad.
Según los nuevos antecedentes, de 154 muestras tomadas y enviadas al ISP en Santiago, el 42% arrojó concentraciones entre 1 y 4,9 microgramos de plomo por decilitro de sangre (ug. por dl.), lo que fue calificado por el subsecretario como un rango que "no debe generar alarma ni amerita intervenciones en lo inmediato".
Sólo dos menores de todos los estudiados se ubicaron en el tramo que las autoridades consideran "de seguimiento", al registrar 5 y 6 microgramos de plomo por decilitro de sangre.
Para ellos, el protocolo establecido por el ministerio indica monitoreo, evaluaciones sicométricas, recomendación de dieta rica en antioxidantes y repetición de exámenes en el tiempo.
Sólo para entender las diferencias, la universidad llegó a medir hasta 90 microgramos de plomo en un niño, es decir, 15 veces más que el registro más elevado medido por el ISP.
"NO SIRVEN"
Jaime Burrows se mostró abiertamente en contra de la realización de exámenes de pelo y uña a los menores, asegurando que ese tipo de test "no sirven ni son adecuados" y que válido son las pruebas de sangre.
"Efectivamente (pelo y uña) son exámenes que podrían hablar de exposición a sustancias, pero esa exposición está comprobada, sabemos que existe. Sin embargo, no nos sirven para decir qué hacer clínicamente con esos niños porque sus resultados tienen una dispersión mucho mayor a los exámenes de sangre", subrayó.
El director del ISP, Roberto Bravo, se sumó a los cuestionamientos y dijo que las pruebas que piensa realizar la CMDS "están absolutamente descartados a nivel nacional e internacional" como método de apoyo a las decisiones clínicas.
Entre sus bemoles, Bravo destacó que se trata de muestras que son "fácilmente contaminables por el medio externo" y que no permiten saber con certeza el momento exacto que se está observando, pues los parámetros de crecimiento de pelo y uña no son uniformes en la población.
A esto sumó que no existe una relación reconocida entre lo que se encuentra como dato de concentración y la condición clínica del paciente.
"ERRORES"
Pese a los cuestionamientos, ayer en la CDMS mantuvieron su decisión de llevar adelante los exámenes de pelo y uña. Es más, se confirmó que éstos ya comenzaron a practicarse.
El secretario ejecutivo de la corporación, Eslayne Portilla, afirmó que las pruebas "son un compromiso con los apoderados y la ciudadanía" y agregó que "nunca hay que tenerle miedo a la transparencia".
"Las críticas del subsecretario Burrows son lamentables. Los exámenes no los vamos a realizar nosotros, los va a realizar un laboratorio especializado y reconocido por la autoridad sanitaria, por lo cual existe una seguridad absoluta para los apoderados", manifestó.
Portilla explicó que la necesidad de realizar estas pruebas surge a partir de los "errores" cometidos por el mismo ministerio, cuyas mediciones en sangre han sido contradictorias.
Gisela Contreras, vocera de los apoderados del jardín Semillita, manifestó que los exámenes de pelo y uña son el único mecanismo que les permite saber cuál es la condición de los niños hoy.
Esto, porque las pruebas de sangre miden exposición los últimos 30 días, por ende, si se aplicaran ahora, arrojarían cero debido a que los niños durante sus vacaciones no asistieron al jardín contaminado.
"Estos exámenes además sirven para dar tranquilidad a los padres", manifestó la vocera de los padres.