$2 millones 800 mil gasta al mes una familia ABC1 en Antofagasta
ÍNDICE. La capital minera bajó un puesto en el ránking del costo de la vida y ahora está detrás de Santiago y Viña del Mar como las ciudades más caras del país.
Una nueva versión del Índice de Costo de Vida de Ejecutivos (ICVE), desarrollado por el Centro de Estudios de Economía y Negocios (CEEN) de la Universidad del Desarrollo, determinó que Antofagasta bajó un escalón en el ránking de las ciudades más caras para vivir a nivel nacional.
Hace un año, la capital regional estaba en el segundo lugar del índice después de Santiago, pero una baja de precios -sobre todo en el ítem vivienda y arriendos- produjo el descenso en la lista del costo de vida de las familias ABC1.
De acuerdo a la muestra, Santiago, Viña y Antofagasta son las ciudades más caras para ejecutivos del segmento ABC1, principalmente debido por sus mayores costos en vivienda y educación.
Santiago siguió en el primer lugar con $2.941.000 mensuales. Sin embargo, en términos nominales, su canasta disminuyó $52.000 (aproximadamente 2%) en relación con el año anterior.
En tanto, Viña del Mar-Valparaíso es la segunda localidad más cara con un gasto mensual promedio de $2.863.000, un 18% más que la muestra pasada. Este aumento tuvo su origen en un incremento de 33% en el ítem vivienda y de 59% en arriendos.
Según el informe, Antofagasta experimentó un alza en el costo de vida de $104.000 en comparación a la medición del año anterior, llegando a un promedio de $2.835.000. Si bien la educación subió su costo en 16%, la mayor baja estuvo en vivienda donde el gasto cayó en 22%.
Cristian Zepeda es ejecutivo de una empresa que trabaja como contratista en el rubro minero y comentó que estos índices permiten mejorar las expectativas de vida en la capital minera.
"Es notorio que disminuyeron ciertos ítems como las comunicaciones o el gasto en vivienda. Espero que eso se mantenga porque muchos colegas preferían irse de la ciudad, pese a que los sueldos eran altos, pero al mismo tiempo, también eran altos los gastos", precisó.
Arriendos
Este índice significa un nuevo descenso en el ranking para Antofagasta, ya que en 2012 alcanzó el primer lugar, cuando el gasto de la canasta familiar ABC1 llegó a los $2.250.000.
"Pese a la baja, Antofagasta sigue siendo una ciudad extremadamente cara para vivir, con precios desorbitantes en ciertos productos, especialmente en frutas y verduras", agregó Zepeda.
Sin dudas, uno de los factores que determinó esta baja, que también está reflejada en otros estudios sobre los distintos quintiles es la disminución del valor de los arriendos en la capital regional.
La seremi de Economía, Gabriela Gómez, se refirió a este ítem como uno de los más importantes para entender la baja en la canasta de vida en la ciudad, pese a que otros productos, como alimentación y educación subieron sobre el 10% en el último año.
"Es interesante analizar como el estudio demuestra la influencia de la baja del valor de los arriendos en el costo de la vida y eso condice con lo que nosotros habíamos estado observando desde el INE que desde el 2012 ha aumentado la cantidad de superficie construida. Esto significa que hay más inmuebles disponibles para la venta o arriendo", aclaró Gómez.
cambios
Al mismo tiempo, precisó que este fenómeno no tiene relación a los cambios de turnos en las grandes mineras de la comuna, cuyos trabajadores dejan de vivir en Antofagasta.
"Hace dos años que comenzó el tema de los cambios del sistema de turno en las mineras. Si bien tienen que ver con la baja del valor del arriendo, no es un factor directo para explicar este fenómeno. Lo que sí, esperamos que los valores sigan bajando aunque se mantenga el stock en viviendas", precisó.
La encuesta también determinó que las cinco ciudades más baratas para los ejecutivos están en el sur de Chile.
Concepción es una de ellas con una canasta de $2.286.000 mensuales, donde también se refleja el fenómeno de la baja en los arriendos.
La ciudad más barata para vivir es Coyhaique, con un valor de vida de $1.766.000 mensual. Esto pasa por una disminución en educación de 80%, un 31% en cuidados personales y 20% en los arriendos de propiedades.