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"No queremos ser mejor que un hombre, sino buscamos respeto e igualdad"

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Con voz dulce pero tono firme, la iquiqueña Melisa Navea (22), líder de la "Organización Feminista Clasista Pan y Rosas", comienza la entrevista hablando de su lucha personal.

"Lograr la igualdad de género ante la sociedad y ante la ley. Una igualdad que significa la legalización del aborto, ganar lo mismo que un hombre y no un 30% menos y mejores condiciones laborales para las mujeres", dice con seguridad.

Está en su último año de Sicología en la Universidad Católica del Norte (UCN). Garzonea, es reponedora de farmacia, prepara la tesis y empezará la práctica profesional.

Su horario está completo, pero cada miércoles se reúne con distintos actores sociales, para dar forma a lo que será la gran marcha del 8 de marzo en conmemoración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora.

Eres muy joven, ¿qué experiencia de vida te valida para liderar un movimiento feminista del alcance de Pan y Rosas?

-Siempre he sido sensible a la temática de géneros. Desde que nacemos tenemos una posición en la sociedad y hay una expectativa sobre lo que debemos ser. Yo siempre me lo cuestioné y en la universidad analicé mi posición como mujer en la sociedad, más seriamente. Participé de la Secretaría de Género de la UCN donde fui dirigenta y noté que la educación es servil a la ideología del patriarcado y como la sociedad lo siente así, manifestándose en el machismo, en el acoso callejero, en los femicidios, en las violaciones, etc.

¿Qué papel jugaría entonces la educación tradicional en la desigualdad de géneros?

-La desigualdad se da desde la educación formal en sus niveles más inferiores. Nos forman en filas de mujeres y de hombres, nos enseñan cómo jugar. Eso se manifiesta en un currículo oculto que nos implanta una ideología de la separación de los sexos. En la universidad, por ejemplo, hay carreras muy femenizadas como Educación Parvularia o las ingenierías que están llenas de hombres y en donde las mujeres ingresarían sólo a buscar marido, según las bromas que realizan los mismos profesores de esas carreras.

¿Cómo explicas que un movimiento que promueve la igualdad de géneros en esta ciudad no tenga la misma fuerza que en otras regiones del país?

-Somos una agrupación política antirrégimen, pero sabemos que los jóvenes están decepcionados de la política. Somos una alternativa que no reivindica a los partidos de los empresarios que están gobernando, pero a través de un trabajo constante de nuestras secretarías de género, logramos que más personas se involucren, aunque no militen activamente. Este es un trabajo que está empezando en Antofagasta, partimos recién el 2012.

¿Qué acciones concretas han realizado en estos tres años de trabajo en la ciudad?

-Organizamos marchas como la del 25 de noviembre pasado contra la violencia de la mujer. Participamos de todas las fechas conmemorativas del movimiento feminista y de los trabajadores con meetings y diversas declaraciones, sobre todo en este periodo y a raíz del último femicidio que ocurrió en el país y el caso del trabajador del Cesfam Sur, que murió por su orientación sexual.

¿Cómo analizas las modificaciones a leyes que en su forma parecen ir en beneficio de la igualdad de género, pero en el fondo perjudican a las mujeres?

-Una cosa es la extensión del derecho y como esas modificaciones no se respetan hasta el final, no dejaremos la lucha. Por ejemplo en el caso del aborto que si bien el Gobierno dio un primer paso, no legaliza el procedimiento, por eso mi lucha es por la igualdad y no la superioridad de la mujer o el hombre.

¿Cúal es la reacción de la gente cuando saben que lideras un movimiento feminista?

-Algunos lo ven mal, pero eso responde a la ignorancia, ya que al hablar de patriarcado, mostramos algo que existe pero que cuesta concientizar para que las personas se cuestionen. Esto va de la mano de lo naturalizado que está, por ejemplo, que te piropeen en la calle. Al reivindicar esas molestias tan pequeñas, que pueden parecer exageradas, evidenciamos que no queremos ser mejores que un hombre, sino que buscamos respeto e igualdad ante la vida y la ley.

Hablas de conceptos como patriarcado o lucha de clases, ¿cómo el movimiento podría alcanzar a las mujeres que no entienden esos términos?

-Esas son las discusiones que hemos sostenido desde un comienzo, cómo llegar a las mujeres de distintos sectores sociales, por eso simplificamos nuestro material de difusión haciéndolo más transversal y nos valemos de las redes sociales para dar a conocer que esperamos sea la de todas.