Secciones

Codelco quiere disminuir la zona protegida en Chuqui

patrimonio. Estatal analiza efectos en las operaciones de la mina.

E-mail Compartir

Afines del mes pasado, el Consejo Nacional de Monumentos declaró al campamento de Chuquicamata como Zona Típica. Al mismo tiempo, la Agrupación Hijos y Amigos de Chuquicamata, junto con la Corporación de Cultura y Turismo de Calama anunciaron que este nombramiento contempló 180 hectáreas en el campamento para proteger.

Tal número es mucho más amplio del que se esperaba y por ende, preocupó a la estatal por los efectos que esta decisión traería en las operaciones de la mina.

Lo anterior, porque dentro de las 180 hectáreas se encuentran instalaciones eléctricas, galpones y zonas que están siendo alcanzadas por uno de los botaderos que está contemplado dentro del perímetro a proteger y que provocaría problemas de seguridad y operación en las faenas de Chuqui.

plaza

Según la información otorgada por Codelco, la estatal siempre mantuvo el interés por conservar el patrimonio histórico de Chuquicamata. Por ello participó activamente en el proceso de declaración del campamento como Zona Típica.

De esta manera, propuso que la zona de protección debería considerar 22 hectáreas. Este número consideraría el casco histórico propiamente tal, junto con la plaza, los edificios circundantes, el cementerio y varios sectores representativos de las tipologías de viviendas.

Codelco, indicó que sí es compatible proteger el patrimonio con el desarrollo futuro del negocio. "Consideramos -tal como ha sido hasta ahora- compatibles el desarrollo de las actividades productivas mineras con las de conservación patrimonial, lo que debe lograrse sin afectar el desarrollo normal de las operaciones mineras, que son esenciales para entregar al Estado los excedentes comprometidos".

falta acta

Miriam Bolados, presidenta de la Agrupación Hijos y Amigos de Chuquicamata, expresó que por ningún motivo se encuentra entre sus intereses afectar las faenas de la empresa que brinda trabajo a las familias chuquicamatinas.

En tanto, el Consejo Nacional de Monumentos dijo que la información oficial será formalizada a través del acta de la sesión de consejeros que se llevará a cabo en marzo, estando disponible la segunda semana para la opinión pública.

Veraneantes huyen del calor cada noche en el Balneario Municipal

verano 2015. Hasta pasada la medianoche cientos de familias permanecen en la playa artificial en una característica única que posee la costa de Antofagasta.
E-mail Compartir

La empresaria talquina Claudia Hasbún no tenía presupuestado quedarse en Antofagasta, pero nunca imaginó lo sorprendente que sería disfrutar del mar hasta altas horas de la noche. "No puedo creer que haya gente en el agua a esa hora. Venimos de la Séptima Región donde te puedes bañar un ratito a mediodía, porque el mar es muy helado", dijo algo emocionada.

Agregó que "llegamos desde San Pedro de Atacama y no pensábamos pasar por Antofagasta, pero ahora iremos al hotel a buscar nuestros trajes de baño".

Es medianoche en el Balneario Municipal y Claudia Hasbún mira con asombro desde la orilla como decenas de noctámbulos bañistas disfrutan de las tibias aguas antofagastinas.

Ella junto a su familia es parte de los 500 veraneantes que llegan a esa playa artificial cada noche, según la cifra que maneja el concesionario del balneario, Ricardo Rojas.

fenómeno

Con tres playas artificiales en Antofagasta, los baños nocturnos se convirtieron en uno de los principales hitos turísticos a nivel nacional, por lo que está proyectada la construcción de una cuarta playa en el sector La Chimba.

Hoy, los visitantes del Balneario Municipal, en su mayoría familias completas, permanecen ahí hasta la medianoche con total tranquilidad, dijo el concesionario.

"Lo positivo es que el sector poco a poco se fue limpiando de gente con malas costumbres, quienes se dieron cuenta solos, que no tienen espacio aquí y se fueron", precisó.

Rojas -que es concesionario del Balneario Municipal desde hace 12 años- manifestó que que este fenómeno va en aumento desde hace cinco años a lo menos.

Por ello, los salvavidas trabajan toda la semana hasta la medianoche y la Armada junto a Carabineros realizan una labor preventiva en el lugar casi todo el día.

"Sin embargo como son familias principalmente quienes disfrutan la playa, no hay mayores problemas. Todos vienen a disfrutar de las noches de verano", agregó.

En cuanto a la limpieza de la playa, Rojas precisó que aplican un plan de contingencia especial por el verano que sigue cada día hasta la noche. "Lo importante es que los visitantes tomaron conciencia de mantener y cuidar el entorno del sector", dijo.

febrero

El gran flujo de bañistas nocturnos termina en febrero con el cambio de las temperaturas. "Con el fin de las vacaciones esto decae ya que todos aprovechan el verano para disfrutar al máximo el balneario porque en Antofagasta hay pocos lugares para disfrutar en familia".

Los visitantes nocturnos de la tradicional playa, coinciden en las razones para preferir el lugar: la calidez de las aguas y la tranquilidad del sector costero.

Con la luz de la luna de fondo y decenas de luminarias que entregan una sensación de seguridad, las familias llegan preparadas para tomar la "once" y disfrutar de los baños nocturnos, únicos en el país, según los turistas de otras regiones que visitan la playa.

También sorprende de la particular postal veraniega, las decenas de niños felices jugando en la arena, sin preocuparse por el peligro de exponerse al sol, en una de las regiones con más alta radiación UV.

De esta manera,el panorama nocturno es completo, con deportistas entrenando distintas disciplinas y locales de comida abiertos hasta la medianoche.

biólogo

El biológo de la Universidad de Antofagasta, Carlos Guerra, manifestó que el agua de mar parece más tibia por las noches porque libera con mayor lentitud la energía absorbida durante el día.

"No es que el agua marina esté más temperada, sino que su temperatura es más alta con respecto a la tierra, que disipa más rápido la energía al momento de esconderse el sol", agregó el académico.

Precisó que este mismo fenómeno hace que las ciudades costeras tengan climas con menos oscilaciones térmicas con respecto a los poblados del interior de la Segunda Región.

Por ejemplo en Calama la temperatura entre el día y la noche difieren en forma radical, en cambio en Antofagasta existen variaciones menos drástica, sobre todo en verano.

Guerra dijo que también a veces existen bolsones de agua caliente en las costas antofagastinas, pero son casos puntuales, y que tampoco tiene que ver con el fenómeno "El Niño".

"Por eso a veces aparecen medusas y hasta tiburones, pero no es porque la temperatura del mar esté subiendo en forma general", precisó.